Este viernes se han cumplido 17 días tras la desaparición de las niñas de uno y seis años, Anna y Olivia. Aunque todas las hipótesis y líneas de investigación permanecen abiertas, todo apunta a que esta misma ha sido un secuestro parental a manos del ex marido de Beatriz, mamá de las pequeñas.
Tres horas y media después de la hora acordada por parte de Tomás Gimeno, el progenitor de las niñas, a la madre, las cámaras de vigilancia de la Marina de Tenerife, en el puerto de Santa Cruz, en donde tenía amarrado su barco, lo grabaron llegando a las instalaciones solo y embarcando en dos ocasiones diferentes. El último rastro hasta el momento y grabado es a las 00.30 horas.
Por el momento, los agentes de la Guardia Civil dan por descartados otros escenarios como la casa del padre, al no encontrar evidencias sólidas en la investigación. Así mismo, se tiene previsto que las autoridades incorporen a la búsqueda un sónar para radiografiar el fondo marino.
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Por otro lado, realizado el rastreo del teléfono de Tomás Antonio G.C., por medio de un duplicado de su tarjeta, se determina que mantuvo un último contacto con la madre de las niñas, de madrugada, y solo con ella, es decir, el progenitor no se habría puesto en contacto con ningún amigo o conocido que le pudiera haber ayudado en un supuesto plan de fuga.
Abiertas todas las líneas de investigación
Fuentes próximas a la investigación informaron a Efe que Tomás podría haber recogido parte de la ropa y juguetes de las niñas momentos antes de desaparecer.
Algunas de las líneas en las que trabajan las autoridades, estaría la de que los tres no llegaran a abandonar Tenerife, según confirman fuentes consultadas por Efe.
Lo cierto es que, con el paso de los días, el juzgado emitió una orden de búsqueda internacional y a partir de aquí se han realizado distintas pesquisas.
Así mismo, se ha hecho un rastreo y un seguimiento a las embarcaciones presentes aquel fatídico día que realizaron rutas desde Canarias a Cabo Verde.
Todo un país volcado con Beatriz
Son muchas las muestras de cariño las que está recibiendo Beatriz, la mamá de Anna y Olivia, y es que, en los últimos días, ella misma lanzó un llamamiento para que los niños le mandasen dibujos para mantener la esperanza ante uno de los peores escenarios de su vida. Los dibujos no tardaron en venir y la respuesta de la madre, tampoco: «Un día más, pero siento que pronto las veré, cuando se desea algo tan fuerte de corazón y con el apoyo positivo de todos ustedes la esperanza no se pierde. La ilusión de un deseo nunca debería perderse hasta que se cumpla, porque son esos sueños los que nos empujan a seguir. Miles de gracias a todos esos niños que han dibujado esos dibujitos de corazón. Los niños saben, son los más sabios y ellos saben que van a volver pronto. Gracias por darme momentos de ternura y hacerme sonreír en estos momentos tan difíciles. Gracias y apoyo positivo a todos».
Por otra parte, Sonia Castro, del Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP), afirma que ante situación de tales características como a la que se enfrenta actualmente Beatriz, es fundamental saber gestionar las emociones, el miedo y controlar este tipo de acontecimientos, ya que: «El miedo es una emoción que se activa de manera habitual ante lo desconocido y ante las amenazas reales que puedan suceder, y la incertidumbre es esa sensación de no saber lo que va a ocurrir y que acompañará hasta que la circunstancia se resuelva, así que por supuesto que ambos van a ser protagonistas», afirma Castro.