Tras las últimas lluvias de los temporales que han afectado gran parte de España a lo largo de esta primera quincena de diciembre y siempre con mayor persistencia e intensidad en la vertiente atlántica, la reserva hídrica ha subido hasta el 50,2 por ciento de su capacidad total con 28.078 hectómetros cúbicos, es decir, 812 hectómetros cúbicos más que la semana anterior.
Las precipitaciones han sido muy abundantes en la vertiente atlántica y cantábrica sobre todo, siendo más escasas en la mediterránea, según informa el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), que señala que la máxima acumulación de lluvias se ha recogido en Pontevedra, con 169 litros por metro cuadrado.
No toda España en buen estado
A pesar de dicho ascenso, cabe destacar que gran parte del sur y este peninsular sigue con niveles muy bajos en sus embalses. Unos ejemplos de ellos son las cinco cuencas: Guadalete-Barbate, Guadiana, Guadalquivir, Mediterránea-Andaluza y Segura, que continúan con valores por debajo o muy por debajo del 50 por ciento de su capacidad. A continuación, os mostramos una tabla de datos donde se muestra de forma detallada el estado de las diferentes cuencas de España y la situación actual:
- Cantábrico oriental, 86,3 %
- Cantábrico occidental, 70,1 %
- Miño-Sil, 60,2 %
- Galicia-Costa, 81,6 %
- CC. Internas del País Vasco, 90,5 %
- Duero, 61,5 %
- Tajo, 50,6 %
- Guadiana, 33,0 %
- Tinto-Odiel, 76,4 %
- Guadalete-Barbate, 37,7 %
- Guadalquivir, 32,4 %
- Mediterránea-andaluza, 41,8%
- Segura, 35,5 %
- Júcar, 50,0 %
- Ebro, 71,3 %
- CC internas Cataluña, 86,6 %
- TOTAL: 50,2 %
¿Por qué hay tanta irregularidad entre embalses?
Vivimos en un país muy diverso y la orografía es la principal responsable de eso. Nuestra Península es muy diferente climáticamente hablando y está dividida por diferentes climas, desde zonas continentales, pasando por climas atlánticos, hasta de Mediterráneos. Según la Wikipedia, el responsable de todo esto es también la ubicación geográfica.
La península ibérica está ubicada en un lugar destacado dentro de la circulación general atmosférica, que no permanece estática, sino que existen diferentes movimientos de norte a sur, según la estación del año. La península se encuentra en una zona templada, no teniendo características climáticas homogéneas al ser zona de mezcla entre zonas de aire cálido y zonas de aire frío (subtropicales y polares).
La variada orografía de España, así como su situación geográfica, en latitudes medias de la zona templada del hemisferio Norte, hace que el país tenga una notable diversidad climática. Así pasamos de lugares con suaves temperaturas, en torno a los 15 °C, a otros que superan los 40 °C en verano, y de sitios con un clima oceánico húmedo con precipitaciones anuales de más de 2500 mm a sitios con un clima mediterráneo desértico que no superan los 200 mm anuales, como es el cabo de Gata, con 150 mm anuales.
Aspectos climáticos generales
Sin embargo, hay una serie de rasgos generales que pueden resumirse en las tierras del interior, los valores descienden de Poniente a Levante. Las temperaturas aumentan de norte a sur. La parte septentrional de la Meseta presenta valores entre los 10 °C y 15,5 °C, y la zona meridional, entre 12,5 °C y 15 °C. Enero suele ser el mes con la temperatura media más baja, mientras que agosto es el mes con el promedio más alto. Las temperaturas de las aguas del Mediterráneo son más altas que las del Cantábrico. En el primero, la media se sitúa entre los 15 °C y los 18 °C, mientras que en el segundo, ronda los 14°C. La amplitud térmica es mayor en el interior de la Meseta, donde en ocasiones alcanza los 20 °C, mientras en lugares como Canarias esa amplitud es menor, y entre el mes más cálido y el más frío apenas hay variación de 5 °C.