No hay duda que si hay alguien apasionado por su trabajo no encontrará ninguna excusa posible para seguir llevándolo a cabo, aunque no todo el mundo está dispuesto a que sus obligaciones laborales sean lo que ocupen sus últimas horas en este mundo Son muchas las profesiones que son totalmente vocacionales, aunque son pocos los ejemplos de personas que tienen tal compromiso con su empleo como el que demostró Alejandro Navarro, un profesor de Texas, antes de fallecer.
Y es que si en los últimos días se ha hecho viral este profesor de los Estados Unidos ha sido por seguir corrigiendo los exámenes de sus alumnos pese a que ya tenía conocimiento que le quedaban pocas horas o pocos días de vida. Su historia se ha podido conocer en medio mundo gracias al mensaje y la fotografía que compartía su hija Sandra en su perfil personal de Facebook.
Como comentamos, la hija de Alejandro publicaba el pasado 17 de diciembre una imagen totalmente increíble de su padre. En ella se le podía ver en una cama de hospital mientras observaba atentamente un ordenador portátil. Podría haber parecido que el hombre simplemente está matando el tiempo en su habitación, quizá mirando las noticias, manteniendo una conversación o mirando algún vídeo. Pero la realidad era muy distinta de lo que nos podríamos imaginar.
Según explicaba Sandra, en las imágenes su padre se encontraba en ese momento acabando de corregir algunos exámenes para poder cerrar las notas de sus alumnos. Ese era el motivo por el que se había llevado el portátil al centro hospitalario. Pero claro la imagen de verlo trabajando de esa manera en una cama de hospital es impactante, sobre todo cuando ella misma nos confirma que esta se producía el día antes de que Alejandro perdiera la vida.
Ese mismo día, explica, los doctores que le fueron a ver ya le comunicaron que le quedaban pocas horas y que tenía que decidir que «hacer cuando su corazón se parará: reanimarlo para entubarlo y mantenerlo con vida de manera artificial o dejarlo ir en paz». Él se limitó a contestar sus preguntas y a seguir con su trabajo.
Y en esa tarea siguió hasta cumplir sus últimos minutos de vida. Su hija confirmaba que la última vez que lo había visto era ya en su casa, tras abandonar el hospital, y que en todo momento durante las dos horas que compartieron juntos estuvo trabajando. Explicaba que «desearía haber cerrado su portátil y haber disfrutado de este tiempo junto a él».
Su hija pide reconocer el gran mérito de los profesores
En esta publicación de Facebook sobre su padre, que ya se acercaba a los 200.000 me gusta, Sandra quiso aprovechar para poner en valor el gran trabajo que llevan a cabo profesores como Alejandro Navarro. Y es que explica como ellos le dedican a su trabajo «muchas horas extras, tantas que ni se dan cuentan». Además pedía valorar como aunque haya «una pandemia, durante una crisis de salud, se siguen preocupando para cumplir sus obligaciones».
Por cosas como está, pedía que agradezcamos la labor que hacen muchos docentes, aunque pidiendo a las familias que traten de impedir que sigan llevándose tanto trabajo a casa. «Sed amables con los profesores», comentaba, pero recordando a estos que «sois reemplazables en vuestro trabajo. No sois reemplazables en vuestras casas» y pidiéndoles que no normalicen el hecho de llevarse trabajo a casa.
Sandra acaba lanzando un mensaje de cariño a su padre, diciéndole lo mucho que le echa de menos y que lo sigue queriendo. Tras la gran acogida de su post en Facebook, también quiso aclarar que el fallecimiento de su padre no había sido a causa del covid.