Bruno, joven fallecido por coronavirus, junto a su pareja Beatriz

Bruno, el joven fallecido a los 30 años el día de su boda

Él y su pareja, Beatriz, llevaban once años juntos y lo tenían todo preparado para casarse el 17 de abril de 2021

Tenía 30 años y el 27 de abril de 2021 tenía que ser el día más feliz de su vida. Bruno Silva, publicista brasileño, llevaba tiempo planeando la boda junto a su pareja, Beatriz Miranda, con la que salía desde hace once años. La pareja tenía dos hijos y lo tenía todo preparado y con una gran ilusión para poner el colofón a una relación llena de amor.

Pero todo se truncó cuando el coronavirus entró en sus vidas. Fue a finales de marzo, cuando ella dio positivo en una prueba y Bruno tomó la decisión de aislarse en su casa. Estuvo trabajando desde su hogar y tomando todas las precauciones para evitar contagiarse, pero pronto notó los primeros síntomas.

Como el resto de la familia, Bruno también se contagió de coronavirus. Tras notar los primeros síntomas, el 27 de marzo, se puso en manos de los médicos, que lo ingresaron dos días después. Su estado de salud empeoraba por momentos, y las últimas pruebas realizadas mostraron que tenía el 50% de los pulmones afectados. Tras empeorar otra vez, fue llevado a la UCI e intubado.

Pero el estado de salud de Bruno era ya muy crítico. Tenía el 85% de sus pulmones y no respondía a los tratamientos. Los médicos abandonaron toda esperanza de salvar su vida, y el joven murió días después. El destino, a veces tan cruel, quiso que el desenlace sucediera el 17 de abril, el día que él y Beatriz habían decidido casarse.

«La celebración estaba lista, tenía mi vestido hecho, la fiesta pagada, el bufet. Llevábamos un año planeándolo», declaró la joven al portal de noticias brasileño Globo 1. Ella y su chico vivían con sus dos hijos (Nicolás, de 7 años, y Miguel, de 4) en la ciudad de Assis, al suroeste de San Paulo, donde habían estado preparando su boda con la máxima ilusión.

Brasil se encuentra en plena oleada de contagios y abril fue el mes con más fallecidos en el país desde el inicio de la pandemia. En abril llegaron a morir 4.000 personas en un solo día, y en lo que va de año ya han enterrado a más personas que en todo 2020. Es el segundo país con más muertos por Covid-19 y el tercero con más infectados, por detrás de Estados Unidos y la India.

La última palabra que dijo fue 'miedo'

La muerte de Bruno ha sido un mazazo muy duro para su familia. Ivana Aparecida, su madre, recuerda los últimos momentos que pudo compartir con su hijo. Explica que «quería casarse, dijo que quería casarse», y que «intentó hablar pero su voz no salió. Solo leímos la palabra ‘miedo’ en sus labios». 

Más tarde, una enfermera le comentó a Beatriz que su novio no había querido quitarse el anillo de compromiso de su dedo. La chica, muy afectada, declaró: «Era una persona sedentaria, pero no tenía problemas de salud. Era un gran padre, un marido ejemplar. Ha sido muy duro, todos nuestros sueños quedaron atrás».

Beatriz, que estaba muy ilusionada con el enlace, cuenta que llevaban un año preparándolo todo, hasta que de repente todo se truncó. Aún le cuesta hacerse a la idea: «Me había hecho el vestido, cada detalle, es muy duro». Incluso habían hecho las fotos antes de la boda, unas imágenes que ahora quedarán como el último recuerdo de su novio Bruno.

Dos fechas tatuadas en la piel

La pareja había decidido adelantar unos días la boda, pero suspendieron el plan cuando ella se contagió y mantuvieron el 17 de abril como fecha. Tras fallecer Bruno, ella colgó en su perfil de Facebook el vídeo que tenían pensado mostrar durante la ceremonia. Lo hizo acompañado de un mensaje: «Bruno trajo luz a nuestra vida, porque es una persona maravillosa que me enseña todos los días. Me enseñó más sobre el amor, sobre la sencillez, sobre el carisma que él tenía, aprendo todos los días».

Beatriz también destacó la figura de Bruno como padre: «Bruno es un padre maravilloso, es un auténtico padrazo, todo dedicación, atención y amor, es el padre que escogí para mis hijos». En el vídeo, Bruno también se muestra muy apasionado por ella: «Beatriz me ha cambiado la vida en muchas cosas, ella fue la transición de mi adolescencia a mi fase de hombre, porque nos conocimos muy jóvenes». Cuenta que ella tenía 13 años y él 19, «y por lo tanto ya llevamos mucho camino recorrido juntos». 

Además de perder a su novio, Beatriz está lidiando también con la muerte de su abuela, el día 7 de febrero de este año. Para rendirles homenaje, se ha tatuado las dos fechas con la firme convicción de llevarlos para siempre en el recuerdo. «Estas fechas ya nunca serán las mismas», lamentó.