Durante la primera ola de contagios, el coronavirus fue especialmente implacable en las residencias de ancianos. Además, al padecer patologías previas propias de la edad, las personas mayores se convirtieron en el colectivo más vulnerable.
La pandemia nos pilló a todos por sorpresa y los centros de mayores no pudieron frenar a tiempo la entrada del virus, dejando a más de 27.000 fallecidos en este tipo de centros.
Sin embargo, durante esta segunda ola, los protocolos sanitarios y medidas tomadas en las residencias de ancianos ayudaron enormemente a reducir los contagios en estos centros.
Por esta razón, resulta inadmisible el último brote de coronavirus que se ha detectado en la residencia Fiella de Tremp (Lleida). Un brote que ya se ha llevado la vida de 55 personas en menos de un mes.
La residencia de Lleida donde han fallecido 55 ancianos en menos de un mes
La residencia Fiella de Tremp (Lleida) sigue sumando fallecidos por coronavirus tras contabilizar en las últimas 24 horas dos nuevas muertes.
Con estos dos nuevos fallecimientos, el geriátrico ya suma el insólito total de 55 muertes desde que se detectó el brote de coronavirus el pasado 19 de noviembre.
Desde entonces, el centro de gestión privada ha ido contabilizando fallecidos y nuevos contagios a diario. En un plazo inferior a un mes, la propagación descontrolada del virus por el centro ha acabado con la vida de más de un tercio de todos los residentes, quedando aún casos activos.
Fuentes del Departamento de Salud, ha informado que actualmente hay 26 residentes positivos y 39 trabajadores. Además, otros 55 residentes ya han pasado la cuarentena que los mantenía aislados, por lo que finalmente resultaron contagiados
La residencia de gestión privada ya tiene abierto un expediente sancionador
Este suceso ha puesto de manifiesto la incapacidad del centro para frenar la expansión del coronavirus a tiempo y quizás sea un reflejo del incumplimiento del protocolo sanitario.
De hecho, el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia abrió el mes pasado un expediente sancionador al centro de mayores al considerar que se habían realizado irregularidades en el registro de la medicación de los residentes y la sectorización de los residentes positivos en covid.
Este expediente sancionador ha generado un cruce de acusaciones entre la Generalitat de Cataluña y la Fundación Jaume Fiella, encargada de la gestión del geriátrico.
La entidad ha comunicado que presentará alegaciones frente al expediente sancionador y asegura que el centro ha cumplido con los protocolos indicados por Salud. Según señalan, la gestión del centro fue «modélica hasta que la Generalitat tomó las riendas».
Por su parte, el Gobierno catalán ha insistido en que ellos actuaron a tiempo y aseguran que «la entidad gestora es quien tiene la responsabilidad del centro», ha señalado la consejera de Salud, Alba Vergés.
La responsable política ha justificado la decisión de la Generalitat, que ordenó la intervención del centro diez días después de detectarse el primer positivo, cuando ya se contaban 10 muertos. «No se cambia la entidad gestora el primer día, solo faltaría», aseguraba Alba Vergés.
Posible cambio en el sistema de gestión de las residencias españolas
En cualquier caso, brotes como el sucedido en esta residencia catalana han puesto de manifiesto la problemática en cuanto a la gestión de los centros de mayores.
Por cuestiones como esta, la gestión sanitaria de las residencias ha sido desde el inicio de la pandemia objeto de debate, especialmente por las disputas entre comunidades autónomas y el gobierno central en materia de competencias.
Ante esta coyuntura, el Gobierno de España ya prepara un cambio en las residencias de ancianos en España. Pablo Iglesias, en calidad de vicepresidente de Asuntos Sociales, es quién insiste en aprobar una nueva ley que recoja un nuevo modelo de residencias en nuestro país, muy similar al sistema nórdico.
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