El pasado martes 17 de noviembre, un bebé de tan solo siete meses sufrió una parada cardiorrespiratoria en una guardería de Pinto, Madrid, que terminó con su vida.
Las maestras del centro llamaron a las autoridades sanitarias y al lugar acudieron los sanitarios del Summa 112, los servicios de emergencia del PIMER-Protección Civil y de la policía local, que intentaron reanimar sin éxito a la niña.
Ha sido la policía local en sus redes sociales la que ha confirmado y compartido la desgarradora noticia. «Cuando el esfuerzo de los intervinientes no da sus frutos, solo queda arropar a la familia de la pequeña Lucía. Nuestro más sentido pésame».
Diego Ortiz, el alcalde del municipio, también ha hecho eco del suceso y ha mostrado sus condolencias. «No hay palabras suficientes que puedan servir de consuelo a la familia de la pequeña Lucía. Un fuerte abrazo en estos momentos», ha escrito en su cuenta de Twitter.
Casos similares
Este desgarrador acontecimiento ha tenido lugar tan solo unos días después de que muriera otra niña en una guardería de Rocafort, Valencia.
La pequeña, de 18 meses, se atragantó con las judías que estaba comiendo. Las maestras llamaron al Samur y fue trasladada de inmediato al hospital La Fe de Valencia, allí la intervinieron quirúrgicamente para extraerle el alimento y posteriormente fue ingresada en la UCI en estado crítico hasta que finalmente falleció.
Tras la defunción de la niña, el juzgado número 5 de Valencia inició una investigación para comprobar que no hubo ninguna negligencia en la escuela infantil.
En septiembre, en una guardería de Durango, Vizcaya, también sucedió un acontecimiento similar. Allí murió un bebé de solo ocho meses de edad por una presunta broncoaspiración, según confirmó la regidora del ayuntamiento del municipio, Rosy Asencio.
La encargada de la escuela infantil explicó que la niña se encontraba muy poco activa y que tras conseguir que se durmiera nunca más despertó.
Ruth Medina Alemán, la fiscal del Estado, confirmó que la muerte de la pequeña fue provocada por una broncoaspiración derivada de una bronquitis que había padecido los días anteriores y que, por lo tanto, no había ningún responsable del fallecimiento.
«La directora confirmó que la vio por la mañana y no quiso comer, pero ya casi al momento de entregarla observaron que ya no tenía signos vitales».
El pasado mes de septiembre tuvo lugar un acontecimiento parecido en un colegio del sur de España. La Junta de Andalucía fue la encargada de hacer pública la triste noticia del fallecimiento de una niña de seis años del Centro Específico de Educación Especial Sagrada Familia de Huelva. La pequeña padecía una enfermedad congénita.
Ese día desde el centro educativo comprobaron que la menor no se encontraba bien y llamaron a los servicios de emergencias.
La niña fue atendida por un equipo de la Empresa de Emergencias Sanitarias en la escuela, pero no consiguieron salvarla. Sin embargo, no se han hecho públicas las causas de la defunción de la pequeña.
Tanto Bella Verano, la delegada del gobierno andaluz en Huelva, como el alcalde de la ciudad, Gabriel Cruz, mostraron sus condolencias por el fallecimiento de la menor de seis años.
«Toda mi fuerza y apoyo a la familia y seres queridos de la pequeña de 6 años que ha fallecido hoy en el Centro Específico de Educación Especial Sagrada Familia. Sin duda para los miembros de la comunidad educativa de este centro también es un día muy triste. Un fuerte abrazo», escribió el político en sus redes sociales.