La Guardia Civil ha hallado el cuerpo de Olivia, una de las dos niñas desaparecidas en Tenerife mientras estaban con su padre. El cuerpo estaba en el fondo del mar, metido en una bolsa de deportes lastrada por el ancla del barco de Tomás Gimeno. Ahora los investigadores intentan dar también con su hermana Anna y con el padre.
La noticia del hallazgo ha causado una enorme conmoción en toda España, pero especialmente en la familia de las niñas. La madre, Beatriz Zimmermann, está completamente «destrozada», según ha explicado su portavoz, Joaquín Amills.
Explica que «estamos sin poder decir palabra, tenemos que ser prudentes y esperar la confirmación de la prueba de ADN». Pero añade que «ninguno esperábamos un hecho como este».
El presidente de 'SOS Desaparecidos' no ha podido hablar directamente con Beatriz, tal como ha relatado para 'Juntos'. Pero sí ha podido hablar con su entorno familiar y le han explicado que está «destrozada» y «machacada». «No hay palabras que describan una situación así», añade Amills.
El portavoz expone que «no se entiende que el ser humano pueda ser tan cruel, tan miserable», en referencia al padre de las niñas. Sobre Beatriz, explica que «ahora mismo hay que dejar pasar el tiempo y seguiremos arropándola hasta que necesite». Y añade que lo que ha pasado «es algo que es dificilísimo de asumir, de entender».
Beatriz creía que las niñas estaban bien
Hasta ayer mismo, Beatriz se mostró convencida de que las niñas iban a estar bien y de que todo era una estrategia del padre. Ella creía que Tomás se las había llevado lejos, pero que no las había hecho daño. Y que solamente había ido dejando pistas para desviar a la Guardia Civil de su intención real.
Tras el hallazgo de la bombona de oxígeno y del edredón, la madre de las pequeñas envió un audio donde explicaba cómo se sentía. Ella decía estar bien, sentirse fuerte y convencida de que las niñas iban a aparecer.
En contra de la opinión de la Guardia Civil, Beatriz siguió pensando que los objetos hallados eran parte de la estrategia de Tomás. Ella creía que su intención real era despistar a los investigadores para que no le encontrasen.
Hasta ayer, los amigos y familiares de Tomás también se habían mostrado partidarios de esta opción. Algunos de ellos llevan semanas afirmando que el padre sentía «devoción» por sus hijas y no le veían capaz de hacerles daño.
Joaquín Amills también creía en esta versión: «Desde el primer momento he pensado que las niñas estaban bien, y lo volvería a pensar». El presidente de 'SOS Desaparecidos', por desgracia, ha vivido ya muchas situaciones similares, lo que le invitaba a ser optimista en este caso.
Amills añade: «He sido siempre franco y sincero defendiendo lo que creía en cada momento y no pensaba en el peor de los escenarios...». Explica también que «por muchísimas cosas de su personalidad, confiaba en que un tipejo así no haría daño a las niñas».
Las últimas palabras de Tomás a Beatriz cuando se llevó a las niñas les daban esperanzas para creer en ello. El padre de las niñas le dijo que «No las vas a volver a ver. Las voy a cuidar», así que ellos creyeron que estarían bien.
Lamentablemente, el cuerpo de Olivia fue hallado durante la tarde de ayer por el buque oceanográfico que las busca en el fondo del mar. La familia queda a la espera de saber dónde está Anna, la pequeña de un año, aunque se cree que estará en la misma zona.
De hecho, durante la noche de ayer algunas informaciones hablaban de que ya se habrían encontrado los cuerpos de la menor y del padre. Pero pocos minutos después, la autoridad judicial desmintió esta información