Sin duda, el sector de la hostelería es uno de los grandes afectados por Covid-19. Tanto es así, que son muchos los que aseguran que los bares y restaurantes no podrán abrir hasta finales de 2020. Antes este panorama, son muchos los que cuestionan si los bares volverán a ser algún día como los conocíamos hasta hace tan solo un mes.
Bajo el punto de mira se encuentran las barras del bar. Según Fernando Gallardo, conferenciante y analista de tendencias turísticas a nivel internacional, las barras de los bares y restaurantes podrían desaparecer a corto-medio plazo, aunque también ha querido matizar que estas volverán a su ser una vez pase la pandemia.
Mientras no se erradique o controle el Covid-19, los restaurantes deberán contar con salas amplias que aseguren el cumplimiento de las distancias de seguridad, algo que también afectará a los precios, mucho más elevados debido a la restricción del aforo permitido dentro del local.
Por si el sector estaba poco castigado por la pandemia, Gallardo ha revelado que las empresas están condenadas a endeudarse para modificar sus establecimientos a la nueva situación.
Mientras que los hosteleros españoles maquinan la mejor manera de garantizar la seguridad en sus establecimientos, el Gobierno estudia implementar medidas para que «los clientes puedan seguir sintiendo que los bares son su segunda casa».
Mirando a China
Para saber como será el futuro de la hostelería en España, basta con poner nuestros ojos en China. El país, que ya ha vuelto a la normalidad, tiene una serie de medidas que podrían llegar a España.
Toma de temperatura al entrar, distanciamiento social, mayor espacio en las terrazas... Todas estas medidas podrían comenzar a implementarse en los restaurantes y bares españoles una vez su apertura sea un hecho.
Incluso se apunta que las barras de los bares, acaben siendo sustituidas por «el autoservicio que facilite al cliente suministrarse o la instalación de barras supletorias en el exterior», para evitar que los clientes entren en el interior del bar.
Sin duda, los hosteleros se preparan para uno de los peores veranos de sus vídeos y demandan agilidad y medidas a un Gobierno que apenas les da soluciones para poder seguir adelante.