La hostelería ha sido uno de los sectores más perjudicados durante la pandemia. El confinamiento les obligó a permanecer cerrados durante más de tres meses y la recuperación económica durante el verano no ha sido suficiente para compensar las enormes pérdidas.
Ahora, el otoño se complica aún más ante el inminente cierre de los bares en Madrid a las 23.00 horas. Las sucesivas restricciones de horarios y aforo que están viviendo estos establecimientos les están impidiendo obtener beneficios, por lo que tienen que reinventarse para sobrevivir.
La entrega a domicilio: una oportunidad para la hostelería
En la orden ministerial publicada hoy en el BOE se señala que «no podrán admitirse nuevos clientes a partir de las 22:00 horas y la hora de cierre no podrá superar las 23:00 horas, a excepción de servicios de entrega de comida a domicilio».
El servicio a domicilio, precisamente, es el salvavidas al que se agarran los hosteleros de todo el país. Muchos empresarios ya empiezan a buscar un plan para reconvertir su modelo de negocio y apostar por el reparto para salvar parte de la facturación de ese tramo horario.
A pesar de los esfuerzos, desde Hostelería de España señalan que «por la experiencia del confinamiento, el delivery es una opción complementaria, pero en ningún momento suple el consumo en local».
Desde la patronal que agrupa a unos 320.000 locales del país aseguran que «algo aumentaría, pero tampoco de una manera súper significativa... Hay muchos establecimientos que no tienen capacidad de adaptación para desarrollar esa opción» advierten.
El servicio a domicilio ha aumentado entre un 40-50% durante la pandemia
Sin embargo, la entrega a domicilio si será una opción aprovechada por las grandes cadenas de restauración.
«A día de hoy el delivery sigue teniendo un peso muy grande en la facturación de las cadenas, y con estas nuevas restricciones que están por venir en la Comunidad de Madrid, probablemente volverá a pesar más del 50%», señala Sergio de Eusebio, dueño de cadenas como Tony Roma's, al diario 'El Mundo'.
Según un estudio de Just Eat los restaurantes que ya disponían del servicio a domicilio vieron aumentar sus pedidos entre un 40-50% durante el periodo de confinamiento. En tiempos de pandemia la comida a domicilio se ha consolidado como una fuerte vía de crecimiento para los negocios.