El confinamiento por la pandemia del coronavirus se alargará, como mínimo, hasta el 9 de mayo, tras el anuncio del Gobierno de una nueva prórroga del estado de alarma. Pese a ello, ya se está estudiando a fondo de qué manera se llevará a cabo la salida del confinamiento, que con toda seguridad atravesará distintas fases de forma paulatina.
La 'desescalada' prevista afectará en gran medida a la apertura de bares, restaurantes y otros negocios, que, según la ministra de Trabajo Yolanda Díaz, retomarían la actividad en una segunda fase, probablemente a finales de 2020.
Respecto a este asunto, desde la Unión Europea han indicado en su hoja de ruta que para comenzar el desconfinamiento que los restaurantes, bares y cafeterías deberán realizar su apertura dependiendo de su tamaño (de menor a mayor de manera progresiva).
En las grandes superficies comerciales la situación será mas complicada
Este mismo punto de vista se podría aplicar a las tiendas. Benito Almirante, médico jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall D'Hebron, considera que «cualquier negocio que tenga un espacio de atención al público limitado de no más de 400 metros cuadrados podrá abrir teniendo en cuenta la experiencia que hay hasta ahora con las tiendas de alimentación, panaderías o farmacias», apunta.
En cuanto a las grandes superficies comerciales, la situación será más complicada «por la multitud de puertas de acceso y zonas comunes que tienen. Sería complicado saber cómo se mueve la gente por varias plantas. Es lógico que se esté hablando de abrir de zonas pequeñas a grandes», afirma Almirante.
Sobre la apertura de bares y restaurantes, Almirante cree que se podrán abrir, aunque seguramente con un aforo limitado. «Si el restaurante está preparado para atender a 50 personas igual sólo pueden entrar 20 y se tenga que mantener una separación adecuada entre personas y mesas, sobre todo teniendo en cuenta que en ellos no se puede usar mascarilla, como sí ocurre en las tiendas», recalca el médico del Hospital Vall D'Hebron.