Fotografía de una técnica de laboratorio observando a través de un microscopio

No importa tu edad ni si estás sano: Lo que decide si enfermas grave por coronavirus

Un nuevo estudio se suma en la lucha para frenar la enfermedad

Fotografía de una técnica de laboratorio observando a través de un microscopio
Los genes podrían tener algo que ver en el contagio por coronavirus | Istock

A estas alturas de la pandemia por coronavirus a nadie se le escapa que el Covid-19 afecta de diferente manera a las personas. Mientras unos sufren graves síntomas que terminan con un ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos, otros ni se enteran que están contagiados o padecen síntomas muy leves.

Un comportamiento que despista a los investigadores que se ven impotentes a la hora de establecer un patrón donde solo encuentran  dos factores en común: tener una edad avanzada o padecer patologías previas que agravan los síntomas del coronavirus.

Sin embargo, un nuevo estudio ha comprobado que el ser joven y estar sano no supone una garantía de evitar el contagio. Muchos son los expertos que trabajan en estudiar el virus y los genetistas opinan que su labor también puede ayudar al considerar que  la disposición genética también tiene que ver y por ello han creado The Covid-19 Host Genetics Initiative para saber si los genes hacen más vulnerable a un paciente que a otro.

De los 127 proyectos que ya se han llevado a cabo, 8 son españoles de los cuales el más ambicioso es el dirigido por Ángel Carracedo, investigador de la Universidad de Santiago de Compostela, y Pablo Lapunzina, genetista del Instituto de Genética Médica y Molecular (INGEMM) del Hospital Universitario La Paz y director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (Ciberer) y que integra treinta hospitales españoles.

Pablo Lapuzina lo tiene claro: «Cuando hablamos de genes, uno piensa en enfermedades raras o en cáncer, pero todas las patologías humanas son el resultante del ambiente y de la persona, y también  en las infecciones víricas la genética tiene mucho que decir» y añade que «puede hacer que su respuesta ante una infección sea distinta e incluso evitar que se infecte».

El comportamiento que el Covid-19 tiene sobre diferentes pacientes abre la puerta a que «las variantes genéticas tienen que ver con el aumento de riesgos o con la protección frente a la enfermedad». Lo que explicaría la razón de que algunas personas que tienen contacto con el virus acaban padeciendo una enfermedad grave mientras que la mayoría tiene síntomas propios de una gripe o incluso en ocasiones, ni eso.

Jóvenes y sin patologías previas

Entre los proyectos que engloba el estudio de The Covid-19 Host Genetics Initiative también se encuentra la iniciativa española centrada en aquellos pacientes menores de 60 años y sanos liderado por el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona.

Anna Planas, coordinadora de este estudio opina que «en la población normal, hay polimorfismos o variaciones genéticas que normalmente no comportan ninguna patología, pero frente a una infección vírica, a lo mejor hay personas con una peor capacidad de respuesta y este factor lo podemos identificar mejor si enfocamos el estudio a personas inicialmente sanas».

En la lucha contra el Covid-19 todos los médicos coinciden en que existe  un nexo de unión entre todos los pacientes infectados y que han terminado por evolucionar negativamente. Los primeros síntomas podrían asemejarse a la gripe común, sin embargo con el paso del tiempo estos síntomas se agravan produciendo una reacción en el sistema inmunológico creando una «tormenta de citoquinas» para luchar contra la infección provocando a su vez una inflamación de los órganos, particularmente de los pulmones.

«Queremos saber si existe algún tipo de predisposición que no sea evidente clínicamente, procesos inflamatorios que podemos detectar en el ADN buscando marcadores de expresión génica a través de lo que se llama la metilación, e identificar posibles asociaciones genéticas que nos hablen de una susceptibilidad a desarrollar una enfermedad más severa» explica Marta Alarcón, científica del Centro de Genómica e Investigación Oncológica.

Los genes podrían ayudar en la búsqueda de una cura

Este estudio genético todavía permanece en una fase inicial pues faltan muchos pacientes a los que analizar, pero los genetistas apuestan que  la genética podría ser una gran aliada para hallar un tratamiento  eficaz tanto para la reutilización de medicamentos que ya estén en el mercado como para orientar en la medicación de cada paciente.

El que un paciente infectado evolucione positivamente o acabe en la UCI es impredecible, pero el estudio genético podría ayudar a saber cómo se comportará el virus en su organismo: «encontraríamos un gen clave y sabríamos que las personas que tuvieran algunas variantes del mismo serían más susceptibles de desarrollar una enfermedad más grave».

Tener un análisis genético de la población también ayudaría a saber qué personas son más propensa a padecer la enfermedad ayudando a  establecer protocolos de aislamiento destinado a los más vulnerables. Una ayuda imprescindible que podría ser revolucionaria en relación con las políticas epidemiológicas.