El Govern de las Islas Baleares decidió no cerrarse perimetralmente en Semana Santa ante la buena evolución de la pandemia de coronavirus en la región, aunque mantuvo la exigencia de presentar una prueba PCR negativa para poder entrar en la comunidad.
Canarias y Baleares eran las únicas regiones españolas que no estaban obligadas al cierre perimetral, y el archipiélago mediterráneo aprovechó esta opción para mantener sus opciones abiertas en una época como la Semana Santa.
Francina Armengol, presidenta de la comunidad, ha anunciado este martes, 23 de marzo, por la tarde que el Govern finalmente echa marcha atrás con sus restricciones y sí que cerrará perimetralmente todo su territorio respecto con otras zonas de España, aunque han acordado permitir la movilidad entre islas por la presión de los agentes sociales.
Así, para entrar o salir de Baleares habrá falta presentar un motivo de causa mayor u otras causas justificadas, como acceder por motivos laborales, para entrar en la región o salir de ella.
La medida ya se había puesto sobre la mesa después de observar ligeros cambios de tendencia en la evolución de la pandemia, y aunque Baleares sigue siendo la segunda región con la incidencia más baja del país, con 47,50 casos por cada 100.000 habitantes, en los últimos días este índice ha crecido ligeramente, y lo que más preocupa es que varias comunidades autónomas con cifras superiores también están volviendo a subir.
El gobierno balear pretendía también, en el caso de aplicar el cierre perimetral, que los cierres se aplicasen también entre islas, aunque finalmente han dado marcha atrás y sí se permitirán los viajes entre ellas.
Patricia Gómez, consellera de Salud, ha advertido que «estamos en un momento de incremento de contagios como cuando comenzó la segunda ola», motivo por el que se ha decidido dar marcha atrás con esta medida. Gómez ha añadido que «hay que aprender de las experiencias anteriores. Hay que hacer un esfuerzo solidario y reducir la movilidad entre todos».
Las autoridades han avisado también que los viajes entre islas también se verán sometidos a pruebas diagnósticas para evitar la propagación del virus. Concretamente, se pedirá un test de antígenos con resultado negativo para los vuelos entre las islas para estancias de más de tres días, aunque la prueba se realizará en el vuelo de vuelta.
Es decir, un ciudadano mallorquín podrá viajar a Menorca durante la Semana Santa, pero si su viaje dura más de tres días, cuando quiera volver a Mallorca se le pedirá realizarse un test de antígenos que tendrá que dar un resultado negativo para poder viajar.
Polémica por la llegada de turistas extranjeros
La decisión del Govern llega en plena polémica por los viajes internacionales a nuestro país, ya que Baleares es uno de los destinos más demandados para ciudadanos de otros países como Alemania o Francia, especialmente por la relativamente baja incidencia del virus en la región en las últimas semanas.
Gran parte de la ciudadanía no entiende que puedan llegar a España turistas extranjeros y que los ciudadanos nacionales no puedan moverse entre regiones. En el caso de Baleares, igual que Canarias, al tratarse de territorios insulares, los cierres perimetrales no se aplicaban de la misma manera, ya que cualquier viajero que acceda a ambos territorios estaba obligado a presentar una prueba PCR negativa, en función de unos umbrales marcados por las autoridades.
Para los viajeros nacionales, Baleares actualizó la semana pasada el protocolo, por lo que todos los pasajeros están obligados a presentar una prueba diagnóstica negativa, vengan de la región que vengan e independientemente de la incidencia acumulada que haya en su lugar de origen. Ahora, con la nueva medida, solo podrán acceder a las islas por un motivo justificado.
En el caso de los turistas extranjeros, desde el pasado mes de noviembre deben presentar una prueba con resultado negativo si vienen de países «en alto riesgo en relación con coronavirus», una lista que se va actualizando periódicamente.