La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado que dimitide y que convocará elecciones autonómicas anticipadas para el próximo 4 de mayo. Así lo ha hecho público el vicepresidente de la Comunidad y líder de C's, Ignacio Aguado, en una comparecencia de prensa este miércoles, 10 de marzo, al mediodía, después de que Ayuso haya informado de su decisión en el consejo de Gobierno. La presidenta madrileña habría optado por esta drástica decisión tras producirse en Murcia un acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos que rebasará la presidencia de la Región y la alcaldía murciana al PP.
Pero la polémica en la política madrileña no termina aquí. Tras saberse la noticia, el PSOE ha presentado una moción de censura con Ángel Gabilondo como candidato y Más Madrid ha presentado otra, con Mónica García como candidata. Lo han hecho este mediodía en la Asamblea de Madrid y plantean un embrollo jurídico que deberá resolverses cuanto antes: si las mociones se han presentado antes de que Ayuso haya disuelto la cámara, la presidenta madrileña no podrá convocar las elecciones anunciadas. Si lo han hecho después, las mociones de censura no tienen validez y Madrid irá a las urnas el 4 de mayo. Las primeras informaciones acerca de ello apuntan que las mociones se registraron después de la disolución de la cámara, de forma que quedarían sin efecto, pero deberá confirmarse tal extremo.
Un Gobierno de coalición en Madrid con una difícil relación entre Ayuso y Aguado
Si tal y como parece acaba habiendo anticipo electoral, lo cierto es que el temor a un acuerdo similar en la Comunidad de Madrid, a consecuencia de las malas relaciones entre los socios de Gobierno, ha hecho que Isabel Díaz Ayuso haya optado por dejar el cargo y convocar elecciones para el próximo mes de mayo. La decisión ha sido sin duda inesperada, ya que si bien el rumor del adelanto electoral ha planeado en los últimos meses sobre la antigua Casa de Correos madrileña, la situación no había llegado a límites que hicieran sospechar la inminencia de un adelanto electoral. Finalmente, para evitar una posible moción de censura que parece que Ayuso veía factible, la presidenta madrileña ha optado por dimitir de su cargo y adelantar la cita con las urnas al próximo 4 de mayo.
De esta forma, la legislatura en la Comunidad de Madrid habrá durado menos de la mitad de lo previsto. Tras las elecciones de mayo de 2019, se iniciaron semanas de negociaciones donde, finalmente y tras muchos esfuerzos —se hablaba incluso de una repetición electoral—, Díaz Ayuso logró ser investida gracias al apoyo de Vox y formó Gobierno con C's. La alianza entre populares y naranjas no tardó en mostrar públicamente las primeras discrepancias, pero la irrupción de la pandemia consguió quitar el foco inicialmente del debate político.
Las decisiones de Ayuso acerca de las medidas de lucha contra el covid-19 han sido en el últim año caballo de batalla entre el PP y C's, hasta tal extremo que Ayuso temía una moción de censura como las que se han anunciado hoy en Murcia. Antes de llevarse una desagradable sorpresa, ha optado por usar la carta del adelanto electoral y dejar su cargo: Madrid irá a las urnas el próximo 4 de mayo.
Un momento idóneo para Ayuso
Dado que en el momento en que se presenta una moción de censura Isabel Díaz Ayuso perdería la facultad de disolver la Asamblea de Madrid y convocar elecciones, la presidenta madrileña ha optado, ante el peligro de un acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos en la Comunidad, por adelantar por sorpresa la convocatoria de elecciones autonómicas. La noticia la ha anunciado internamente la propia Isabel Díaz Ayuso durante la reunión de este miércoles del consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid y la ha comunicado, criticándola, el vicepresidente y líder de C's, Ignacio Aguado, que lo ha calificado de «capricho personal y electoral».
La jugada de Díaz Ayuso no es una improvisación y el acuerdo entre PSOE y Ciudadanos le ha venido como anillo al dedo como pretexto para poner punto y final al pacto con Ciudadanos y enviar a la Comunidad de Madrid a las urnas por sorpresa. El contexto es ideal para sus intereses: a lo largo de los últimos dos años, ha logrado forjar su liderzgo y nadie discutirá en Madrid su candidatura a la reelección, mientras todos sus rivales pasan por visicitudes de varias índoles. C's se encuentra en un momento de profunda crisis electoral, y el PSOE está sin candidato, con el exministro Ángel Gabilondo sin posibilidades de repetir.
Además, la tendencia al alza de Vox habría sido probablemente superior en los próximos meses. Parece, pues, un buen momento para el PP que le puede permitir, según la conjetura que se produzca, establecer un gobierno en solitario después de las elecciones, en minoría, y con apoyos puntuales en la Asamblea de Madrid. En todo caso, lo cierto es que se abre un tiempo nuevo en la Comunidad y que, con la fecha de las elecciones dentro de escasas siete semanas, la región entra en plena precampaña electoral.