El conflicto entre Rusia y Ucrania no ha hecho más que empezar. El país liderado por Vladímir Putin ha dejado muy claras cuáles son sus exigencias para que se produzca un alto al fuego inminente.
Rusia tiene claro que para frenar la guerra, Ucrania debe ceder de inmediato Crimea y reconocer la independencia de Donetsk y Lugansk.
Aunque no son las únicas exigencias que Rusia impone a Ucrania. Además de lo mencionado, Putin también exige una nueva constitución en Ucrania que asegure la neutralidad del país. En este sentido, el objetivo que persigue Rusia es que Ucrania no pueda formar parte ni de la OTAN ni de la Unión Europea.
Ucrania, Rusia y el esperado alto al fuego
Ambos países han llegado a un acuerdo para que se produzca un alto al fuego con la finalidad de permitir la evacuación de civiles de Ucrania. La tregua ha sido anunciada por Iryna Verechtchouk, la viceprimera ministra de Ucrania, quien ha puntualizado que también se van a abrir corredores humanitarios para la evacuación.
La tregua se ha dado después de que en los últimos días se abortaran todas las evacuaciones de ciudadanos por falta de seguridad. Hasta el momento, los corredores humanitarios que se habían abierto para la evacuación de civiles tenían como destino ciudades dominadas por Rusia.
Sin embargo, Ucrania ha anunciado hoy mismo un acuerdo con Rusia para un alto el fuego en seis corredores para evacuar a civiles. Esta detención momentánea del conflicto tendrá lugar entre las 9 y las 19 horas (hora local) y tendrán como punto de partida Kiev y otras localidades del país europeo.
Así lo ha anunciado Iryna Verechtchouk, señalando que “ha recibido un mensaje de Rusia sobre la aprobación de las rutas propuestas” por parte de las autoridades de Ucrania. El Gobierno de Ucrania contará con la ayuda de el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), quienes llevarán a cabo las evacuaciones de civiles.
Las consecuencias de la guerra más allá de las víctimas mortales
La guerra empezó hace poco más de dos semanas, el pasado 24 de febrero, y ya se lamentan centenares de víctimas mortales. Más concretamente, la ONU verificó recientemente 364 civiles muertos y 759 heridos en Ucrania, aunque apuntó que la cifra real es “considerablemente más alta”.
Lamentablemente, las malas noticias no terminan aquí. La guerra entre Rusia y Ucrania también está creando una situación económica muy peligrosa y las consecuencias ya se van notando.
En España ya se está notando una subida estratosférica de los precios del gas, la gasolina y el gasóleo, hecho que va a acabar derivando en una inevitable inflación.
Ante esta gran crisis humanitaria y económica, la Unión Europea ha acordado imponer ciertas sanciones a Rusia con el fin de aislarla económicamente.
Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, ha pedido a la ciudadanía europea que baje la calefacción y consuma menos gas. “Dependemos del gas ruso, así que lo primero que tenemos que hacer es acabar con esa dependencia”, señalaba.
“Los europeos debemos ser capaces de hacer frente al reto lanzado por Rusia”, remarcó. Palabras que no han terminado de gustar a la ciudadanía y las reacciones no se han hecho esperar.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, coincide con Borrell. “Tenemos que ser independientes del gas, el petróleo y el carbón ruso. No podemos confiar en un suministrador que explícitamente nos amenaza”, exponía.
Por su parte, Ucrania ha prohibido la exportación de varios cereales, azúcar, sal y carne. En nuestro país, productos como el aceite de girasol y los cereales ya están empezando a ser restringidos en algunos supermercados.
Tanto Estados Unidos, como el Reino Unido han anunciado el veto a los recursos energéticos rusos. Esto significa que dejarán de contar con las energías que provengan de Rusia, hecho que repercutirá muy probablemente en el precio de esta en esos países.
Por otro lado, el Banco Central ruso ha limitado a 10.000 dólares el máximo que un cliente podrá sacar en moneda extranjera en efectivo en sus cuentas.