El Gobierno ha puesto el acento estos últimos días en la prudencia ante la mejora de las cifras diarias de contagiados y fallecidos, una advertencia que parece tomar más gravedad cuando son los propios profesionales sanitarios los que confirman un repunte en los últimos días y el peligro de que esta semana la cosa se complique.
Y es que los médicos están detectando que estos últimos días vuelven a aumentar los ingresos hospitalarios y que, aunque hay menos fallecidos que en el momento álgido de la epidemia, sin embargo no son menos que en abril pasado. Ha mejorado la situación, dicen, pero esto no significa que estemos bien, y hay que ir con toda la cautela del mundo.
El repunte de ingresos a raíz del Covid-19 tiene que ver, según los médicos, con el aumento de los contagios, pero también con la complicación de muchos problemas médicos después de haber pasado el Covid-19. Mireia Puig, directora del servicio de urgencias del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona pone como ejemplo de enfermos asmáticos que tras pasar la neumonía han sufrido un agravamiento del asma.
A esto tiene que sumarse las consecuencias del confinamiento, y el agravamiento de ciertas patologías por haber esperado demasiado a ir al médico. «Hemos visto personas que han venido con sus patologías descompensadas porque se han esperado para consultar, y enfermedades agravadas de personas mayores que viven solas, porque han caído y nadie se ha dado cuenta hasta al cabo de unos días», explica la doctora.
También están aumentando los casos de trastornos y ansiedad a causa del confinamiento, además de los accidentes vasculares como trombosis que están directamente vinculadas con los efectos del Covid-19, tal y como están alertando estos últimos días los médicos y los científicos. Aun así, con una pequeña parte de los ingresados.
Sobre la trombosis, los médicos se están encontrando con dos perfiles de pacientes, uno que va a la consulta con síntomas del Covid-19 como inflamación pulmonar y durante su ingreso sufre esta obstrucción de las arterias, y otro que llega directamente a urgencias con síntomas menos graves pero con trombosis, aunque esto es menos frecuente.
En ambos casos la trombosis puede ser mortal, y aunque puede tratarse con anticoagulantes, estos conllevan un riesgo de hemorragias que hace que solo sean prescritos de forma preventiva para enfermos en una situación muy crítica. Por ahora no está demostrado que el tabaco ofrezca más riesgo de trombosis, pero sí cuando existe una enfermedad previa.
Según la doctora, esta semana puede ser decisiva si sigue aumentando la afluencia de pacientes a centros hospitalarios. Hasta ahora, muchos de los pacientes preferían no ir al médico por miedo al contagio o para no saturar los servicios, pero ahora, con la desescalada, muchos de ellos están empezando a ir al hospital y con una enfermedad que se ha agravado.