Aquellas comunidades autónomas que tengan municipios y zonas rurales que cuenten con cultivos y cosechas de la fauna silvestre podrán ejercer la caza menor y mayor con el fin de proteger los campos.
Así pues Aragón, Murcia, Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia o Castilla y León han sido las primeras comunidades en dar un paso más en el relajamiento del confinamiento permitiendo la caza y la posibilidad de cuidar huertos domésticos no profesionales.
Pedro Sánchez ha aceptado estas medidas de relajación en las zonas rurales teniendo en cuenta una perspectiva territorial y no sectorial, de igual manera Pablo Iglesias y Salvador Illa, anunciaban que los niños que viven en zonas rurales podrán dar paseos por el campo o el monte.
La razón fundamental en la que se basa la autorización de la caza reside en el incremento de la presencia de ciertas especies en espacios donde pueden crear «situaciones de riesgo»: «En primer lugar, son destacables los daños por conejo de monte, jabalí y otras especies de caza mayor en cultivos destinados a productos de primera necesidad.
En segundo lugar, se ha detectado un incremento de los riesgos asociados a fauna salvaje en el entorno de infraestructuras de comunicación, especialmente aeropuertos y líneas de alta velocidad» se puede leer en la resolución firmada por Francisco Javier Quesada Ferré, director general de Medio Natural.
Algunas comunidades autónomas han agrupado municipios creando «comarcas de emergencia cinegética temporal» para cazar conejos de monte, jabalíes, corzos, cabras montesas u otro tipo de cérvidos que provoquen daños en los campos de cultivo.
«No cabe considerarse como una mera actividad recreativa ni deportiva, sino que, en el contexto del Covid-19 y una vez superado el primer mes de estado de alarma, constituye una actividad que debe formar parte de las expresamente declaradas como esenciales, por su repercusión en la cadena alimentaria o la propia seguridad ciudadana» explica Joaquín Olona, consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón.
Debido a que la actividad en los cultivos se ha visto interrumpida, algunas especies campan a sus anchas provocando destrozos tanto en los sistemas de riego como en las cosechas. También apuntan a que se trata de una medida para evitar la transmisión de enfermedades: «Los jabalíes son transmisores de la peste porcina africana y hay un riesgo sobre las granjas».
Autorización para cazar
En la Comunidad Valenciana se ha establecido la necesidad de tener una autorización previa solicitada por el agricultor o el titular de aquellos cultivos que puedan verse dañados. El cazador podrá ser el mismo agricultor, una tercera persona propuesta por él o un socio del coto de caza, con la premisa de que debe residir en el municipio.
Aunque opinan que es un primer paso, Juan Salvador Torres, secretario general de la Asociación Valenciana de Agricultores asegura que no es lo que querían: «Queríamos algo más eficaz y fácil de implementar, menos burocrático, con menos permisos y tanto papel. Desde que pides el permiso hasta que lo dan, igual ya no quedan brotes en el campo».
Medidas de seguridad
En ningún momento se establece la posibilidad de realizar grandes partidas de caza donde participen varios cazadores, siendo solo permitidas para un único cazador. En los campos de más de tres hectáreas se permite más de un participante.
Deberán mantener una distancia de seguridad de dos metros y solo podrá haber una persona por vehículo. «Se extremará la higiene personal mediante el lavado frecuente de manos, el uso de equipos de trabajo y aquellos equipos de protección individual necesarios, siguiendo las recomendaciones de las autoridades competentes» establece la resolución.