Los peores temores del gobierno chino se han confirmado. Pocas semanas después que las autoridades dieran por finalizada la epidemia y en plena recuperación de la normalidad, salta de nuevo la alarma en el país asiático por un nuevo brote de Coronavirus en Harbin, la capital de la provincia de Heilongjiang, al noreste de China .
El nuevo brote de Coronavirus se ha detectado en esta provincia relativamente cerca de Hubei, la región donde apareció el primer brote y que está recuperando poco a poco la normalidad con un especial esfuerzo de las autoridades por extremar las precauciones.
Según el gobierno local de Harbin, «todos los casos confirmados, casos sospechosos, contactos estrechos de personas asintomáticas y contactos cercanos de contactos cercanos deben estar en cuarentena y someterse a pruebas». China ha aprendido de los errores, y sabe que en estas primeras horas es crucial localizar y aislar al paciente cero y a todo su entorno.
En Harbin, ciudad donde ha aparecido el nuevo brote, no pueden entrar ni residentes de otras ciudades ni los coches que estén registrados fuera, y los medios locales informan que todos los residentes del lugar deben tener un código QR para confirmar que no estan infectados y portar mascarilla. Ya a mediados de abril, Harbin puso en cuarentena durante 28 días (14 en un centro especial, y 14 en casa) a todos los que llegaron del extranjero.
El número de casos positivos en Harbin creció significativamente después de que un residente de 87 años infectara a 78 personas tras recibir asistencia médica en dos hospitales. Entre los contagiados hay miembros de su familia y personal médico que le atendieron, así como otros pacientes de la clínica donde estuvo hospitalizado.
El duro revés para las autoridades sanitarias chinas llega justo en el noveno día sin muertos en el país, lo cual ha sido celebrado por la Comisión Nacional de Sanidad de China como un éxito en la recuperación tras la pandemia, que dejó 83.884 casos confirmados y 4.636 muertos. También según cifras oficiales, hay 915 infectados activos, 57 en estado grave.
En el epicentro de la pandemia, Wuhan, ya solo queda un enfermo grave y la ciudad intenta recuperar la cotidianidad con la apertura de comercios y la vuelta al trabajo. Sin embargo, las autoridades han impuesto un férreo control para evitar que haya nuevos contagios, como control de temperatura en el metro y obligación de llevar consigo el código QR.
Tras haber superado con éxito la enfermedad, en China se han dado de alta 77.257 pacientes y se hace el seguimiento médico a 728.590 contactos cercanos con infectados, de los cuales 8.362 siguen en observación y 20 de ellos son sospechosos de haber sido infectados.