La amenaza yihadista vuelve a planear sobre nuestro país. El profesor degollado en Francia, los dos heridos por machete en París, y las tres personas asesinadas en una iglesia en Niza (incluida el párroco), dan cuenta de que el terrorismo yihadista vuelve a estar de actualidad y que hay que prepararse en España para poder evitar ataques parecidos.
Es por eso que algunos cuerpos de Seguridad del Estado están comenzando a tomar medidas extraordinarias para reforzar las medidas de autoprotección, sabiendo que pueden ser blancos fáciles para los terroristas.
En este sentido, en Cataluña los Mossos han recibido un aviso mediante una circular interna así como en sus reuniones diarias en las que, según publica 'NacioDigital', se les insta a extremar la vigilancia frente a un nuevo atentado yihadista y evitar que los agentes se relajen, además de recordar la importancia de las medidas de autoprotección sobre agentes e instalaciones policiales, así como la vigilancia en puntos especialmente sensibles.
No se trataría de una alerta máxima pero sí de un toque de atención, con el objetivo de recordar a los agentes que no hay que olvidar la amenaza permanente del terrorismo yihadista. Por el momento Cataluña está en nivel 4 de alerta (el máximo es 5) antiterrorista con zonas estratégicas vigiladas permanentemente por la policía.
El último nivel, el quinto, implicaría movilizar al ejército y restringir el tráfico aéreo; pero solo se aplicaría en caso de ataque terrorista inminente. Esta circular interna de los Mossos surge a modo de recordatorio para evitar que los agentes se relajen, pues en los últimos meses el foco estaba centrado en las medidas restrictivas para frenar la pandemia.
Intensificar la vigilancia de puntos clave
Por todo ello, los Mossos han intensificado estos días las patrullas y vigilancia en lugares clave de la geografía catalana, sobre todo en Barcelona, ciudad donde concurren más aglomeraciones (aunque con la pandemia éstas se hayan reducido).
Uno de estos lugares míticos por ser un eje turístico y comercial podría ser la Sagrada Familia o La Rambla, que ya sufrió un atentado yihadista en agosto de 2017 causando la muerte por atropello masivo a 14 personas. Uno de estos puntos estratégicos a vigilar es también edificios de intereses franceses como la embajada, pues se teme una reacción violenta contra el Gobierno de Macron y esta podría darse en España.
También se recuerda que el modus operandi principal que cabe esperar en un ataque terrorista es el us de dispositivos explosivos, acciones con armas de fuego o armas blancas o atropellamientos masivos.
Extremar la protección de los agentes
Pero si algo sabemos es que las fuerzas del orden son uno de los blancos de los atentados yihadistas, como se demostró en los ataques múltiples cometidos en Francia en enero de 2015, en el cual una de las víctimas asesinadas con premeditación fue una policía.
Es por eso que los mandos de la policía autonómica han instado a extremar la precaución y a tener bien presentes las medidas de autoprotección de los agentes, es decir, para protegerse a sí mismo de cualquier intento de atentado. Esto incluye, por ejemplo: no identificarse como policía fuera del trabajo, ni en metro ni en autobuses, no asistir a gimnasios con camisetas de la unidad a la que pertenecen, o vigilar que no les sigan al salir de la comisaría.
También en las comisarias se han implantado más elementos de seguridad para evitar ser blanco de un atentado: se han instalado bolardos para evitar alunizajes, se han instalado cristales antibalas y se han aumentado las cámaras de seguridad. Todo con el objetivo de hacer más difícil que los agentes sean un blanco fácil para los terroristas.