El fin del estado de alarma, ayer, y el inicio hoy de la nueva normalidad, conlleva también el fin de las restricciones de movilidad tanto para ciudadanos españoles como para aquellos que provengan del espacio Schengen, y ante la reapertura de las fronteras en España aumenta la preocupación por la creciente importación de casos de Coronavirus del extranjero.
La primera señal de alarma la dio el propio departamento de Sanidad, cuando hace diez días el director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias, Fernando Simón, comunicó más de un centenar de casos importados, hasta 104 entre el 5 y el 11 de junio, procedentes de países de alto riesgo como Estados Unidos y algunos de Latinoamérica.
En aquella ocasión, el propio Simón añadió también la importación de casos de Coronavirus de un «número pequeño» de inmigrantes en pateras, y hace apenas unos días sumó otro motivo de alarma por la multiplicación de rebrotes en el territorio nacional: el viernes se contaban 34 rebrotes en España, nueve de ellos activos, a los que hoy se suman otros tres.
Uno de los focos activos que más preocupa ahora mismo es el de las Islas Canarias, donde este domingo se han detectado 12 nuevos casos, 11 de los cuales proceden de inmigrantes a bordo de una embarcación ilegal. No es el primer caso en Fuerteventura, y el gobierno canario realiza test a todos los rescatados en sus costas, además de haber puesto en marcha un plan para el control sanitario a los viajeros.
De los nuevos rebrotes aparecidos este fin de semana destaca también el caso de La Coruña, donde se ha localizado un foco de 9 infectados importado desde Brasil a través de Portugal, y el caso de Murcia, donde se ha detectado un brote con 11 contagiados cuyo origen también es importado, en este caso desde Bolivia.
El Gobierno reconoce que la apertura de fronteras supone un riesgo de que aumenten los contagios, pero se han articulado una veintena de protocolos en el sector turístico con medidas de seguridad sanitaria para contener los posibles focos.
Por otro lado, el Gobierno de España argumenta que no se puede impedir viajar a las personas si lo hacen por los cauces legales, y ha querido tranquilizar con la garantía de que existen los mecanismos suficientes para controlar, detectar y aislar los posibles focos de Coronavirus, en especial si se trata de casos importados del extranjero.
Cámaras térmicas y formularios electrónicos
El plan piloto para traer turistas de Alemania a las Baleares a partir del pasado lunes 15 de junio, hace una semana, tenía como intención reactivar uno de los sectores económicos más importantes y castigados de España como es el turismo, pero también poner a prueba la capacidad de reaccionar ante el previsible aumento de los casos importados cuando se abran las fronteras el próximo 1 de julio.
El Gobierno pretende así evaluar el funcionamiento de los protocolos de seguridad sanitaria en los aeropuertos, hoteles y playas. Para ello, el ministerio de Sanidad creó un comité de crisis que se reunirá cada dos semanas para monitorizar el proyecto de manera permanente.
Por ahora, el personal de Sanidad se ha encargado de medir la temperatura a los pasajeros a su llegada a los aeropuertos españoles, así como de entregarles un formulario sobre sus últimos movimientos para saber si han estado en contacto con algún positivo. Cámaras térmicas y formularios electrónicos son algunos de los mecanismos que prepara Sanidad para frenar lo que ya es una alarma seria en España: la importación de casos de Coronavirus.