Varios políticos de Podemos han denunciado este viernes, 2 de abril, un nuevo ataque a una de sus sedes, en este caso la situada en la ciudad de Cartagena, en la Región de Murcia.
Pablo Echenique ha calificado de «acto terrorista» lo ocurrido en sus instalaciones, y como se ve en unas imágenes, uno o varios individuos han lanzado un cóctel molotov contra la sede. Para Echenique, este acto es «la consecuencia natural de normalizar los discursos de odio en el Parlamento y en algunos medios de comunicación. En Estados Unidos, el terrorismo de ultraderecha es muy habitual y tuvo la misma evolución», haciendo referencia a los actos de los partidarios de Donald Trump en las últimas elecciones presidenciales del país.
Pablo Iglesias, líder de Podemos y candidato a las elecciones de Madrid del próximo 4 de mayo, también ha trasladado su malestar a las redes sociales sobre el ataque a la sede del partido en Cartagena: «En este vídeo podéis ver el ataque de la ultraderecha, con material explosivo, a una sede Podemos hoy mismo. El terrorismo callejero de los ultras no va a amedrentarnos. Frente a los violentos y sus blanqueadores: democracia, libertad de expresión y justicia social».
La nueva ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, también ha calificado de «atentado terrorista» estos hechos, y Alberto Garzón, ministro de Consumo, ha dicho que «Las prácticas fascistas contra Unidas Podemos siguen extendiéndose mientras algunos partidos y medios de comunicación mantienen una clara posición de complicidad. ¿Contra UP todo vale? No son demócratas quienes alimentan a la extrema derecha y su violencia callejera».
Más allá de los explosivos, el ataque no se ha quedado ahí. En la puerta de la sede se han encontrado pintadas de todo tipo con frases como «hijos de puta», «rojos» o «al podemita, dinamita», justificando el ataque con los explosivos.
Desde el partido tienen claro que se trata de un ataque perpetrado por la extrema derecha, que en los últimos días ya ha hecho acto de presencia con motivo de las elecciones en Madrid el próximo 4-M: «Si queremos preservar la libertad y la democracia, hay que pararle los pies a la extrema derecha y a quienes la blanquean», ha escrito la cuenta de Podemos en Twitter.
El último de esos episodios se vivió el pasado martes, cuando Pablo Iglesias acudió al municipio madrileño de Coslada. Un grupo de neonazis se acercó a él para intimidarle y gritarle a la cara, pero el líder morado decidió plantarles cara y se acercó a ellos, una imagen que para muchos fue desagradable e incluso criticaron a Iglesias porque consideraban que un vicepresidente no debía caer en la provocación.
Desde Podemos, en cambio, opinan diferente y creen que no hay que achantarse ante la extrema derecha, y admiten que ellos están en las instituciones para plantearles cara.
Un grupo de neonazis se enfrenta a Pablo Iglesias
De hecho, este último incidente acabó siendo una de las noticias del día por los diferentes enfoques que se les dieron. En 'El programa de Ana Rosa', por ejemplo, calificaron el ataque como un «jarabe democrático a Pablo Iglesias», algo que miembros de la formación se tomaron muy mal al considerar que se estaba justificando los ataques de la extrema derecha.
Muchos usuarios también se hicieron eco de estas declaraciones y acusaron al programa y a Telecinco de blanquear al fascismo, llamando «demócratas» a los grupos de neonazis y favoreciendo actos como este en el futuro.
En el mismo programa, el periodista Javier Ruiz se llevó las manos a la cabeza con las palabras de la presentadora y definió la acción como «acoso e intimidación». «Desde luego, de lo que tengo la absoluta seguridad es que esto no es democrático. Yo sinceramente creo que se puede estar en desacuerdo con el vicepresidente del Gobierno, y que las líneas que estamos cruzando, porque es de Podemos, son infinitas», sentenció.
En cambio, otras voces se han mostrado a favor de estos ataques, al considerar que es lo mismo que partidarios de Podemos han hecho en el pasado con escraches y concentraciones contra otros políticos de derechas.