La boda del arquitecto y decorador Eder Meneghine fue toda una sorpresa. La cita era este fin de semana, pero 24 horas antes los planes cambiaron y no poco. Los invitados se quedaron boquiabiertos cuando vieron lo que ocurrió en la ceremonia.
La boda se celebró con un cambio considerable de última hora
A sus 60 años, Eder Meneghine tenía todo preparado para contraer matrimonio con Dyl Reis, su joven novio de 23 años. 50 000 dólares de presupuesto, 120 invitados, un salón de lujo, 2 DJ y el catering más distinguido, todo estaba listo para el evento. No obstante, hubo un cambio de última hora que no dejó a nadie indiferente.
"Nadie olvidará esa noche, estoy seguro", ha contado el novio en el portal G1.
Su amor desapareció de la noche a la mañana. La pareja decidió llevar caminos separados. Sin embargo, la boda siguió en pie.
Eder Meneghine había invertido mucho tiempo en cumplir su sueño y no estaba dispuesto a desperdiciarlo. Suspender todo no estaba entre sus planes. Sentía que debía continuar con todo lo previsto y se la jugó mucho.
"Lo más llamativo no será la belleza del lugar o la calidad de la comida y la bebida. Va a ser inolvidable por la sorpresa, la experiencia que tuvieron todos los que estuvieron allí en ese momento", ha señalado Meneghine.
Este arquitecto tiene varios locales gastronómicos. Es una persona muy conocida dentro de ese mundo en Brasil. Había invitado a rostros conocidos del país y su fiesta iba a ser impresionante.
Se gastó todo lo que pudo e incluso más. "Me propuse poner la mejor decoración, hacer el mejor salmón, la mejor paella, los mejores camarones...", ha recordado Eder.
"Pude y monté la fiesta más deslumbrante posible, estaba feliz ", ha añadido.
No obstante, la noche anterior a la boda, él y Dyl discutieron. Se habló de traiciones y celos. A pesar de ello, el arquitecto de 60 años se limitó a decir que había habido "algunos problemas" que impidieron que la relación continuara.
"Yo lo conocía relativamente poco. Nos gustamos el uno al otro, y me lo traje a vivir conmigo en mi casa. Hacía tiempo que tenía este deseo de hacer esta fiesta de casamiento, como la que hice”, ha señalado Eder.
“Pensé que yo lo haría feliz, pero no fue así”, ha añadido.
La llama del amor seguía intacta 20 años después
Al día siguiente de la fuerte disputa, el decorador se dio cuenta de quién era su pareja ideal. Mantuvo la boda y fue a buscar a su enamorado.
Habían pasado más de dos décadas, pero seguía sintiendo algo por el chef Hugo Oliveira. A pesar de haberse distanciado durante todos esos años siguieron en contacto como amigos.
"Viví casi 20 años con mi gran compañero, un chef fabuloso. Él me acompañó mucho en el momento en el que yo construía todo lo que tengo hoy con mis restaurantes", ha dicho.
"Pensé en darle a este hombre la oportunidad que yo le había dado por error a alguien que realmente nunca había hecho nada por mí", ha destacado Eder.
Hugo no lo dudó y aceptó al instante la propuesta de matrimonio del decorador de 60 años.
"¿Por qué no casarse con esta persona que siempre tuvo amor para mí y garantizarle los derechos civiles que se merece? ¿Por qué no garantizar un futuro de calidad?”, se preguntó.
“Descubrí, en ese momento de dificultad, que tuve siempre en Hugo Oliveira al mayor amigo y socio de toda mi vida. Nunca le di la oportunidad que se merecía", ha dicho Meneghine.
En el momento de la ceremonia los invitados se quedaron con la boca abierta. No se esperaban para nada que el novio hubiera cambiado a última hora.
"Ese momento fue una locura. Había gente desmayada, más de 20 minutos de aplausos, una vibración con sombreros en el aire. Éxtasis total”, ha explicado.
“La fiesta fue 10 veces mejor de lo que hubiera sido. Fueron ocho horas de evento y 150 botellas de vino espumoso italiano", ha recordado Meneghine.
"Estoy muy feliz por el apoyo de nuestros amigos, la fiesta, la decisión de Hugo”, ha subrayado. Y es que para este arquitecto su historia de amor es superior a cualquier novela romántica que se haya escrito.