Foto de José Antonio alias Vaquero

Aparece muerto en su casa José Antonio Díaz, un entrenador español muy querido

José Antonio Díaz, apodado 'Vaquero', entrenó a toda una generación de baloncestistas como la internacional Paula Ginzo

Luto en Carballiño y Ourense por la muerte de José Antonio Díaz, apodado ‘Vaquero’, a la edad de 52 años. Este querido entrenador de baloncesto fue encontrado muerto en su casa después de varios días sin dar señales de vida. Vivía solo desde que perdió a su madre, y creen que llevaba muerto más de 48 horas.

Fueron sus propios amigos los que dieron la voz de alarma al llevar días sin saber nada del hombre. A falta de los resultados preliminares de la autopsia, parece que murió por causas naturales y no hay indicios de criminalidad. Su muerte ha causado una gran tristeza en los clubes a los que perteneció durante años.

‘Vaquero’ era muy conocido en la comarca de O Carballiño por su vinculación con el mundo del baloncesto. Entrenó a la baloncesista internacional Paula Ginzo, y sus compañeros le recuerdan ahora con mucho cariño. Esta tarde será enterrado en su tierra, en compañía de los suyos.

Lo encontraron en el pasillo de casa

José Antonio Díaz, conocido como ‘Vaquero’, llevaba días sin aparecer y sus amigos se preocuparon. No lo habían visto en las calles ni en los bares del barrio a los que solía acudir, lo cual hizo saltar la señal de alarma. El baloncestista vivía cerca de esos locales, en la calle Cornuval de O Carballiño.

Foto de grupo con José Antonio Díaz
José Antonio Díaz, alias Vaquero, muerto a los 52 años | Cedida

El miércoles, a las 17:30 horas, los amigos de José Antonio dieron la voz de alarma a las autoridades. Agentes de la Policía Local pusieron en marcha un operativo para encontrar al desaparecido. Contactaron con sus familiares, pero solo tenían las llaves del portal así que pidieron una orden judicial para entrar en el piso.

Los Bomberos se encargaron de abrir la puerta de la vivienda, y se encontraron al hombre muerto en el pasillo de casa. Los sanitarios confirmaron que José Antonio llevaba al menos dos días muerto. Según revelaron gente de su entorno, vivía solo desde que su madre murió hace unos años.

Dolor en el baloncesto ourensano

La noticia de la muerte de José Antonio no tardó en propagarse entre los vecinos, causando una gran consternación. Especialmente en el Club Baloncesto Carballiño, donde entrenó a los equipos base. Manuel Blanco Guerra, presidente del club, se despidió de él con un emotivo mensaje: “Sentía pasión por el baloncesto”.

El que fuera jugador y entrenador ha recordado con especial cariño a Díaz. “Estuvo con nosotros entrenando a los equipos de infantil y junior, y siempre fue una persona muy metida en el baloncesto”, ha expresado. También ha destacado “su conocimiento” de este deporte, del que “era un enamorado”.

Tras su paso por el club de O Carballiño, Díaz entrenó a otros equipos de Ourense como Carmelitas y Salesianos. También colaboró con el Club Baloncesto Maside, donde definen su adiós como “una pérdida dolorosa”. “Nos dejó una persona muy importante para el basket de la comarca”, señalaron en un mensaje.

Palabras del concejal de Cultura

Desde el club ourensano destacan también la tristeza que invade a la entidad, en especial por las circunstancias de la muerte. Y es que la forma como ha aparecido días después de haber muerto ha conmocionado a su entorno. También la concejalía de Cultura ha enviado un mensaje por la muerte de Díaz.

Foto de la baloncestista Paula Ginzo
Paula Ginzo, la internacional que estuvo bajo las órdenes de 'Vaquero' | Cedida

De hecho, el concejal Diego Fernández fue expupilo del entrenador fallecido al que ha recordado como “una persona entrañable”. “Me entrenó cuando yo tenía 11 o 12 años y teníamos una buena relación”, ha rememorado el concejal. “Era una persona muy querida, como prueban los mensajes y condolencias”, añade.

También se han acordado de él en Carmelitas Vedruna, donde Juan Rodríguez recordó su paso por el club. Allí, Díaz entrenó a Paula Ginzo que ahora milita en la selección española, “y a las chicas de su generación”. Sus palabras son el sentir de todos los que le conocieron: “Un buen hombre y un buen entrenador”.