Juan José Martín Retamar murió el pasado 25 de enero a los 78 años en la localidad de Guareña, en Badajoz. Han pasado pocos días desde su fallecimiento, pero desde entonces este vecino está en boca de todo el pueblo. Y es que el anciano se ha cobrado su venganza desde la tumba, literalmente.
Un mensaje esculpido en su lápida, dirigido directamente a su hija, es el foco de la polémica que estos días recorre el municipio. En este curioso mensaje, Juan José reivindica su figura como padre y acusa a su hija de unos supuestos malos tratos. De hecho, el texto ya no se puede leer porque alguien lo ha tapado.
Al parecer, el hombre murió atormentado por las disputas familiares que le habían alejado de su única hija. Por eso, antes de dejar este mundo dejó encargada la lápida en la que tendría que descansar eternamente. En ella se encuentra un epitafio insólito que ha causado tanta polémica en el municipio pacense.
El mensaje de la lápida
Juan José Martín Retamar murió el 25 de enero, y tres días después apareció en su nicho la lápida de la discordia. Al parecer fue encargada por él mismo, y llevaba impreso un mensaje del todo inusual. “Aquí yacen los restos de un padre que fue abofeteado por su hija, por ser un buen padre”, reza el mensaje.
Además se presenta como Juan José Martín Retamar, nacido el 1 de febrero de 1943, y con “fecha de defunción, cuando Dios quiera”. Así cumplió su venganza el autoproclamado “buen padre”, que guardó la lápida en vida para su hija. El detonante parece ser la mala relación de este hombre con su hija.
La única hija de Juan José fue el fruto de su primer matrimonio, que acabó en un divorcio. Estuvo casado con una segunda mujer hasta el fin de sus días, y mantenía una tensa relación con su primera familia. De ahí que el hombre decidiera dejar constancia en su tumba de la venganza hacia su hija.
Dicen que perdió la cabeza
Se desconoce cuáles son los motivos exactos por los cuales había esta mala relación en la familia del fallecido. Pero fuentes cercanas a la familia, citadas por El Comercio, aseguran que su hija niega los malos tratos. Atribuyen tal acusación al hecho de que Juan José “había perdido la cabeza”.
De hecho, al día siguiente la lápida apareció cubierta con una capa blanca de masilla o cemento. Nadie sabe quién lo hizo, pero la verdad es que ya no se puede leer el nombre del fallecido ni el mensaje que dejó escrito. Lo cual no ha impedido, por otra parte, que se siga hablando de ello en el pueblo.
Los vecinos de Guareña, una localidad de 6.800 habitantes en la provincia de Badajoz, no dan crédito a lo ocurrido. No entienden como Juan José pudo dejar escrito un mensaje con palabras tan duras hacia su hija. Algunos vecinos apuntan a que este hombre estuvo ingresado en Mérida.
Mensaje en redes sociales
Según estas fuentes vecinales, el hombre consideraba que en Mérida tenía a su “auténtica familia”, y despotricaba de los de Guareña. “Los de aquí fuera están todos podridos”, aseguran que decía. Al parecer, estaba “atormentado” y obsesionado con hacer pagar a su familia los supuestos malos tratos.
Lo que él consideraba malos tratos y vejaciones estarían en el origen de su separación, tras lo cual renegó de su hija. En su cruzada contra ellas intentó incluso sacarlas de la herencia. Mientras, despotricaba de ellas en redes sociales con mensajes parecidos al que dejó escrito en su lápida funeraria.
El 18 de abril de 2020, escribió: “Mi padre me dijo que no diera mi patrimonio mientras no me llevara el señor, y por tener solo una hija hice caso omiso a sus consejos”. “Me he visto engañado por ella y por mi exmujer”, añadía. Lo escribió “como advertencia a las personas que me lean, para que a las personas buenas no les suceda lo mismo”.