La Policía Nacional investiga como posible crimen machista la muerte de un hombre y una mujer en Pozuelo de Alarcón, Madrid. La principal hipótesis es que el hombre, de 41 años, mató a su ex de 31 y se suicidó. La mujer estaba en el sistema de protección de violencia de género y había una orden de alejamiento.
Los hechos ocurrieron ayer por la tarde y todos los indicios apuntan a que se trataría de un nuevo crimen machista en España. Los dos fallecidos habían mantenido una relación con anterioridad. Fruto de esa relación nacieron cuatro niños, que encontraron los cadáveres de sus padres muertos al llegar del colegio.
Si se confirma que es un asesinato machista sería la quinta víctima de violencia de género en España en 2022. La última víctima fue una chica de 14 años asesinada en Alcalá la Real el 15 de febrero. La policía mantiene las pesquisas para esclarecer qué sucedió ayer por la tarde en el domicilio del municipio madrileño.
La mujer murió apuñalada
La Policía Nacional recibió ayer sobre las 16:30 horas de la tarde una llamada preocupante. Una vecina de Pozuelo de Alarcón advertía de que había escuchado una fuerte discusión en una casa anexa a la suya. Concretamente en el número 5 de la calle de Consejo, donde vivía una mujer joven con sus cuatro hijos.
Al llegar a la vivienda, los agentes encontraron a un hombre y una mujer muertos, tendidos en el suelo. Los cadáveres estaban en la misma habitación y presentaban evidentes signos de violencia. Confirmaron que se trataba de un hombre de 41 años y una mujer de 31, ambos de origen marroquí.
En una primera inspección ocular observaron que la mujer había muerto apuñalada. La principal hipótesis es que el hombre mató a su mujer con un cuchillo y luego se quitó la vida, probablemente con la misma arma. Los agentes confirmaron que había antecedentes por violencia de género en la pareja.
Hoy se iban a divorciar
La víctima había obtenido una orden de alejamiento tras haber denunciado a su expareja al menos en dos ocasiones. Según las primeras pesquisas, la mujer había sido objeto de malos tratos por parte de su expareja. Eso había llevado al fin de la convivencia y, de hecho, hoy tenía que celebrarse un juicio por el divorcio.
Además de la orden de alejamiento, el juzgado había concedido una orden de protección a la mujer y estaba vigilada regularmente por la policía. Se desconoce si se le había aplicado un riesgo alto, medio o bajo. Pero todas las circunstancias llevan a pensar en un asesinato de violencia de género.
El juicio que iba a tener lugar hoy deja claro que la mujer había decidido poner fin a la relación definitivamente. Sospechan que el agresor actuó motivado por la desesperación frente a esta situación, y decidió acabar con todo. Lo hizo de forma brutal, dejando a sus cuatro hijos huérfanos y traumatizados.
Encontraron a sus padres muertos
La pareja fallecida tenía cuatro hijos menores, de edades comprendidas entre los 5 y los 11 años. Fueron ellos los que, al volver del colegio a casa, se encontraron la trágica escena de sus padres muertos. Los niños tuvieron que ser atendidos por efectivos del Summa, y recibieron atención psicológica.
También los familiares que acudieron a la casa alertados por el trágico suceso. El caso recayó en manos del grupo de homicidios de la Policía Nacional, y la científica estuvo realizando una inspección ocular. Los cuatro menores han sido entregados a una hermana de la fallecida para pasar la noche.
Según informa el diario El Mundo, el agresor llevaba meses viviendo en otra casa con un familiar. En los últimos días había estado ingresado en el Hospital Puerta de Hierro tras ser operado de un cáncer. Al conocer la citación judicial por el divorcio se habría presentado en casa de su ex, donde se desencadenó la tragedia.
También informan que el agresor era un conocido vecino de la zona que se dedicaba a la recogida de chatarra. Tras abandonar el domicilio familiar había trasladado a sus amigos su intención de matarse “porque no podía vivir sin sus hijos”. El entorno de la mujer asegura que el hombre la pegaba de forma reiterada.