Julián Beltrán sigue sin aparecer

La montaña se «tragó» a Julián: «Quizás fueron a un ritual y se les fue de las manos»

Julián fue a una fiesta ilegal en Barcelona y un año más tarde no se sabe nada de él

Los hechos se remontan al 7 de enero del año 2021, cuando Lilian Rivera sufrió la desaparición de Julián Beltrán, su hijo de 22 años. Actualmente, hace un año de su desaparición, y nadie ha vuelto a saber nada sobre el joven colombiano, que se encuentra en paradero desconocido.

Sin embargo, Lilian demuestra una vez más que el amor de una madre es el más puro que hay, capaz de superar cualquier frontera y dificultad que se ponga delante. Es por ello que a día de hoy continúa buscando el cuerpo de su hijo, con la esperanza de poder reunirse con él de nuevo.

Viajó a España para cumplir sus sueños

Julián abandonó su país natal en 2018 y llegó a Cataluña con la intención de que sus aspiraciones se hiciesen realidad. Vino a probar suerte como barbero, su oficio, para ganarse la vida con ello.

La madre fue conocedora de la desaparición de su hijo al ver que no contestaba sus llamadas. Un tiempo más tarde, descubrió que su teléfono móvil daba señal junto a la montaña sagrada de Montserrat, en Barcelona. No obstante, "no creo que la montaña se lo tragara", explicó a Caso Abierto, el canal de investigación y sucesos de Prensa Ibérica.

Después de darse cuenta de que su "pequeño" no era localizado por nadie, en febrero del año pasado, y burlando las restricciones del coronavirus, Lilian Rivera consiguió viajar a Barcelona. Eso sí, tuvo que ver como le negaban la entrada en varias ocasiones al país, hasta que finalmente le dieron acceso.

No descansará hasta dar con su hijo

Ahora se encuentra instalada en casa de la ex pareja de Julián y se dedica a limpiar casas en la Ciudad Condal para mantenerse. Ha llegado a España con la intención de encontrar a su hijo, y no parará hasta que aparezca.

Ha llegado a recorrer decenas de veces el mismo camino, que va desde el parque de Montserrat hasta el chalet de El Bruc, el lugar donde se hizo la fiesta ilegal. La noche del 7 de enero de 2021 fue la última vez que vieron a Julián con vida.

Primeramente, Lilian fue acompañada de las autoridades para dar con el joven colombiano, pero ni rastro de él. Lo único que consiguieron fue encontrar su chaqueta, que se la dejó en el lugar de la celebración y ahora guarda su madre.

La fiesta ilegal que acabó en tragedia

El proceso de investigación policial determinó que hubo hasta nueve testimonios sobre las últimas apariciones de Julián. El joven acudió a la fiesta con otro amigo, y allí había pinchadiscos y música electrónica, pero sobre todo drogas. Durante el transcurso de la noche, el compañero del desaparecido se fue, pero él quiso quedarse en el chalet junto los demás.

Lilian la mamá de Julian habla sobre la busqueda de su hijo en Barcelona

Cuando amaneció, según los testimonios, Julián les informó que la montaña "le llamaba", y que él era "el elegido". Posteriormente, el chico de 22 años decidió irse solo, andando, mientras todos los demás desayunaron y se fueron a dormir después de haber trasnochado.

La última pista que dejó Julián

El día posterior al encuentro ilegal, a  las 15.25 horas, el teléfono de Julián emitió su última señal. Estaba donde el parque natural de Montserrat, "muy cerca de donde la Virgen", informó su madre. Algo que la extrañó por completo, ya que, según ella, "si te vendan los ojos y te dejan allí es fácil regresar, si hubiera tenido un accidente le habríamos encontrado".

Sin embargo, una amiga del joven dio una información muy importante para Lilian. El 8 de enero de 2021, la chica preguntó por Julián en otra fiesta ilegal, a lo que le respondieron "tu amigo ha hecho un viaje astral, ya está muerto". Además, le dijeron: "el alma de Julián ya no está en esta tierra, no preguntes más, el que busca encuentra y en la calle hay muros".

Esto hizo saltar las alarmas en la comisaría, pero los Mossos descartaron la implicación de aquellas personas en la desaparición del colombiano. De todos modos, Lilian Rivera sigue en Barcelona, tratando de buscar a su hijo sin descanso. Cree que el alma de Julián se quedará en Montserrat para siempre.