Son muchos los sucesos que la Casa Real ha intentado mantener en secreto a lo largo de los años. Mucho se ha especulado con que el personal de Palacio tiene en su poder información privilegiada sobre los reyes y que en sus contratos se incluye una cláusula de confidencialidad para que no puedan contar nada.
Lo que la Casa Real no se esperaba es que el pasado marzo, los guardaespaldas de la infanta Elena y la infanta Cristina traicionasen a la Casa Real diciendo que sus condiciones laborales eran pésimas en plena crisis del coronavirus.
Ahora, especialmente Letizia ha vivido una de esas traiciones que nunca se olvidan. Hay que remontarse al tradicional posado de los reyes con la prensa en San Roig, una cita tradicional que se lleva a cabo durante sus vacaciones oficiales en Palma de Mallorca.
El año pasado, José Gegúndez fue uno de los fotógrafos acreditados que cubrió el posado, y fue entonces cuando sucedió el curioso percance con Letizia que ahora acaba de recordar en una entrevista para 'Vanitatis'. Este mismo fotógrafo es uno de los favoritos de la reina.
La curiosa y graciosa anécdota que no gusta a Letizia
«El verano de 2019 en Palma, en el posado de Son Roig, al final del recorrido, nos dirigimos todos a la salida, era después de una foto en una terraza donde los Reyes habían observado el mar junto a sus hijas, cuando llegué a la puerta me encontré con doña Letizia y le dije: Majestad, pase usted. Y ella: No, pasa tú. Y yo: No, por favor, usted primero. Y ella, con una sonrisa y mirando al rey y a Leonor y Sofía, me dijo: Tengo que esperarles», ha explicado Gegúndez a 'Vanitatis'.
Lo que Gegúndez quería era mostrar una actitud respetuosa y cortés ante la reina, pero ella se debe al protocolo que exige que Felipe y su heredera vayan siempre unos pasos por delante.
Esta curiosa anécdota, a lo mejor irritará a Letizia cuando vea que ha salido a la luz, porque una de las cosas que detesta la reina es que se cuenten historias de este tipo, ya que muestran el exigente protocolo por el que ha de seguir la reina, algo que nunca le ha gustado.
En un primer instante todo puede parecer algo simbólico y gracioso, pero la reina no lo ve así, hasta el punto que se ha llegado a sentir traicionada por uno de sus fotógrafos favoritos. El secretismo es una de las piezas claves de la Casa Real. Hasta algo tan simple como esta graciosa anécdota puede ser un pequeño inconveniente.
El fotógrafo ha confirmado que trabajar con la reina es muy agradable, ya que posa muy bien para la cámara y no le resulta nada complicado sacarle el máximo provecho a sus facciones más interesantes. Sin embargo, Gegúndez ha lamentado que trabajar con la familia real se hace muy frustrante en algunas ocasiones.