La realidad es que la pandemia parece dar un respiro en buena parte de España. Entre las zonas que han visto mejorar mucho su situación respecto a semanas anteriores está Andalucía. Y es por eso que la Junta tendría entre sus planes introducir algunos cambios en su actual plan de restricciones.
Era el propio presidente andaluz, Juanma Moreno, quien explicaba que se estaba valorando que en los municipios que bajaran durante diez días consecutivos su incidencia acumulada podrían pasar a un grado de restricción menor. Esto implicará que en aquellas poblaciones que actualmente tienen cerrada toda con actividad no esencial podrían reabrir antes de los 14 días actuales.
Moreno confirmaba que el Comité de Alertas de Salud Pública de Alto Impacto se reunirá esta semana para y que se espera que puedan estudiar «distintos cambios». Además del comentado uno de los que se podrían aprobar es que la evaluación de las medidas a aplicar se haga solo una vez por semana, y no los lunes o los jueves como hasta.
También afirmaba que se podría reducir a 10 los días en que se mantengan en vigor pero insistiendo en el hecho que en estas localidades la incidencia debe «ir progresivamente bajando». Añadía que es necesario que «haya una prueba evidente de que es una bajada de casos sostenida»
La incidencia todavía en niveles muy altos
Pese a todo se mostró muy cauto a la hora de confirmar si Andalucía empezará una desescalada general y puso un ejemplo ilustrativo. «Esto es como cuando uno se toma un antibiótico. Lo que le dice el médico es que se tome estas seis pastillas y uno tiene la sensación, cuando se ha tomado la segunda o la tercera, que ya se siente en franca mejoría y decir para qué me voy a tomar otras tres y ya no me las tomo. Y a veces, alguno lo hemos hecho, no lo hemos tomado y hemos recaído».
Y es que el presidente andaluz aseguraba que aunque se ha mejorado «seguimos con niveles de incidencia altísimos». Advertía que si por encima de 100 «ya es alarmante» y que Andalucía «está en 776 y hay municipios que tienen 900. Vamos a ser muy cautos», concluía.
Reconocía también que la actual situación de restricciones «es exasperante para todos, tenemos que ser pacientes». Es por eso, continuaba explicando, que «estamos buscando mecanismos que sean más flexibles y sobre todo que sean más eficaces».
Recuerda que todavía queda mucho por hacer
Seguía haciendo hincapié en el hecho de que «hay un rayo de esperanza porque vemos que la incidencia acumulada va bajando pero seguimos con una tasa insoportable de fallecidos y con una tasa en UCI también muy alta». «Nos queda mucha batalla contra el COVID», afirmaba Moreno.
Solo con prudencia cree que se podrá «conseguir definitivamente doblegar la curva y terminar con esta tercera ola». Y no descartaba que si se tomaban medidas precipitadas hubiera pronto una cuarta ola que todavía podría ser preocupante, dado que el ritmo de vacunación todavía no es el que desearían.
Eso sí, se mostraba esperanzado, ya que «estamos teniendo datos que nos animan a todos porque vamos en la dirección correcta». Valoraba muy positivamente la reducción de los contagios y la incidencia pero sin que esto nos lleve a «engaños» porque «estamos lejos de estar en una situación de cierta tranquilidad». «Siguen subiendo los ingresos en UCI, el número de fallecidos es doloroso diariamente y nos queda mucho trabajo por hacer», explicaba Moreno.
Insistía que la actual situación es una demostración de que «cuando hacemos las cosas bien, con responsabilidad y con compromiso podemos conseguir resultados». Y concluía que «si seguimos con esa tendencia de compromiso y de responsabilidad colectiva, probablemente, los números irán mejorando de manera progresiva».