La península recibió de los califatos musulmanes una rica herencia cultural y gastronómica, pero un grupo de investigadores de la Universidad de Granada afirman que poco queda de la genética árabe en la sangre que corre por los andaluces del siglo XXI.
Según un estudio genético, se ha demostrado que la herencia de características físicas de esos pobladores entre los habitantes del sur de la Península es igual al de otras regiones donde su presencia fue menor, como Cantabria o Cataluña. Incluso al que presentan hoy en día en otros países del Mediterráneo como Portugal o Italia.
Los científicos han investigado los marcadores genéticos del cromosoma Y en individuos varones de las provincias de Granada, Málaga y Almería. Quisieron determinar la posible herencia genética de las poblaciones que formaron el antiguo Reino de Granada. Sin embargo, a diferencia de lo que se cree, los resultados muestran que los andaluces actuales tienen un componente muy bajo de ADN del norte de África, similar al que tiene un barcelonés o un italiano.
La Reconquista expulsó o aisló efectivamente los pobladores árabes
Que quedé tan poco rastro genético en nuestros genes de los árabes, después de más de 800 años de ocupación, es fruto delaislamiento de los musulmanes que se quedaron, después de la Reconquista de los reinos cristianos. Mucha gente del norte de África fue expulsada del sur de la península y cruzaron el Estrecho, los que se convirtieron al cristianismo no se les integró, y se repobló la zona con habitantes del resto del país.
Esta es la conclusión de la autora principal del trabajo, María Saiz Guinaldo, del Laboratorio de Identificación Genética de la UGR. Las características genéticas de la población de Granada, Málaga y Almería son tan similares a la del resto de poblaciones españolas y algunas europeas, que hace que las posibles diferencias existentes sean muy difíciles de identificar, aunque el cromosoma Y es uno de los más difíciles de modificar, y se hereda directamente de padres a hijos.
Sus resultados son muy fiables, «ningún componente africano ha permanecido en la población del Sur de la Península Ibérica, a pesar de haber estado ocupada por estos durante 800 años» destaca Saiz. Por otra parte, la población vasca, situada mucho al norte y aislada de la ocupación mora, recibió una herencia árabe muy pequeña, pero algunos estudios previos señalan que los gallegos son más africanos que los catalanes y algún andaluz, porque allí también llegó la influencia árabe. Los investigadores granadinos defienden que las diferencias son mínimas y no se puede confirmar esta teoría.