La Guardia Civil continúa investigando el hallazgo de un cadáver descuartizado en una zona de campo del municipio madrileño de Chapinería y trata de confirmar si, como dicen los vecinos, la víctima es una mujer de 70 años a la que hace días que no veían y que pudo ser asesinada por un conflicto familiar.
Las alarmas saltaron en este municipio de la sierra oeste de Madrid, de apenas 2.400 habitantes, sobre las siete de la tarde de ayer martes, en un paraje próximo al Camino de las Maderas. Un hombre que paseaba con su perro en la zona encontró un pie que sobresalía de una bolsa de plástico enterrada en el suelo, detallan a Efe fuentes del instituto armado este miércoles.
Minutos más tarde, ya se encontraban en el lugar varios efectivos de la Guardia Civil que localizaron más partes del cadáver enterradas y cubiertas de plástico. También hallaron restos en un contenedor cercano. El primer trabajo de los investigadores sobre el terreno se alargó hasta la madrugada y ha continuado esta mañana con la unidad canina.
En Chapinería los vecinos parecen tener clara la identidad de la fallecida: Marisa, de 70 años, que lleva afincada en el pueblo desde hace dos décadas.
Esta mujer, viuda, tiene dos hijas con las que ha mantenido conflictos constantes en público a lo largo de los años, hasta que dos de ellas se marcharon y se relajó la situación. «A la madre ya sólo se la veía salir a comprar y poco más», relata un residente a Efe.
Peleas constantes con sus hijas
Esta tranquilidad se rompió hace unos veinte días cuando una de las hijas regresó con su novio al pueblo, al que apodan el Loco y que los vecinos califican de «problemático». Estos mismos testigos también apuntan a las disputas por el dinero que las jóvenes pedían a su madre, en cuya casa todavía permanecía esta mañana la ropa tendida.
«Era una pelea constante, pero luego, desde el pasado jueves, ya no hemos visto más a Marisa», ha asegurado otro vecino.
El cuerpo descuartizado fue hallado a escasos 350 metros en línea recta de la casa donde Marisa vivía en Chapinería y donde ayer se personaron los investigadores para recabar pruebas, han detallado fuentes de la investigación.
Tras la aparición del cadáver, la alcaldesa de Chapinería, Lucía Moya, ha manifestado su condenada y su «rechazo absoluto» por este «macabro» suceso, que han acogido con «sorpresa y expectación».
«Somos un municipio de 2.400 habitantes. Es tranquilo, no hay conflictos... Nada de estas características, que son muy preocupantes. Las contemplas siempre desde fuera y nunca piensas ser portador de una noticia tan macabra y tan dura como la que estamos viviendo», ha lamentado en declaraciones a Efe.
Moya ha informado de que la investigación está abierta y hay secreto de sumario, por lo que ha instando a «esperar, porque ni siquiera está confirmada la identidad de la víctima». Sobre el terreno aún sigue el Grupo de Homicidios de la Guardia Civil, que analiza las diferentes pruebas, y por el momento no hay detenidos.