Estos bañadores llaman mucho la atención debido a su forma de sirena, sus colores llamativos y brillantes y la purpurina que suele adornarlos. Estéticamente son preciosos, pero, ¿son seguros este tipo de disfraces? La respuesta es no.
Anabelle, la hija del norteamericano Adam Lisberg, casi se ahoga en una piscina con una de estos bañadores de sirena, y así lo ha querido explicar su padre a través de Twitter. La pequeña, de tan solo cinco años, estuvo ingresada durante dos días en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital.
Su padre, Adam, ha querido explicar lo sucedido a través de su cuenta de Twitter. Tras explicar que ha sido una experiencia terrorífica, Adam ha expuesto su caso «como advertencia sobre los niños, las piscinas y los bañadores».
«Porque no quiero que los hijos de nadie más acaben en urgencias o en la UCI, como le pasó a ella, durante dos días. A Anabelle, de 5 años, y su hermana Ruby, de 7, les encantan las sirenas» ha comenzado relatando Adam.
Según explica, adquirieron una piscina hinchable y dos bañadores de sirena para hacer frente al calor y, de paso, que sus hijas se divirtieran pasando buenos ratos.
«Sabíamos que si se les bloqueaban los pies iba a ser más difícil dar patadas o caminar, y ellas también eran conscientes, pero pensamos que si la piscina no era más profunda de medio metro, podían sentarse y simplemente levantarse. El agua solo le llegaba hasta las piernas. Sabemos que tenemos que tener cuidado porque los niños se pueden ahogar en cualquier sitio y tenemos que vigilarlos. Asún así, pueden pasar cosas» explicaba Adam.
Él estaba vigilando, desde la cocina, mientras hacía la comida, a las niñas mientras se bañaban en la piscina. Pero, de pronto, Ruby (la hija mayor) fue hasta la cocina diciendo que su hermana, Anabelle, no se movía y que la había sacado de la piscina.
«Corrí afuera, confiando en que fuese una broma. Estaba tumbada como si fuese una sirena a la que el mar ha arrastrado a la orilla. Cuando la cogí, tenía los ojos abiertos de par en par, pero no reaccionaba. Pensé que estaba muerta, pero tosió un poco. Sin embargo, sus ojos no cambiaron» ha continuado explicando el padre.
Su hermana la sacó del agua
Tras entrar en pánico, Anabelle no paraba de toser, e incluso llegó a vomitar. Adam llamó a emergencias y la trasladaron al hospital. «Ruby me contó que Anabelle se había subido la cola de sirena hasta los hombros, metiendo sus brazos dentro, porque intentaba jugar a ‘las estatuas’, mientras se tumbaba bajo el agua» ha explicado Adam.
«Sin embargo, después no pudo sacar las manos para incorporarse. Su hermana entró en pánico, pero es la mejor hermana del mundo y la sacó del agua. Estaría dentro unos 30 segundos».
Anabelle tuvo que estar dos días en la Unidad de Cuidados Intensivos, con fiebre y con el pulso muy acelerado. Tenía agua en los pulmones y «necesitó incluso oxígeno para ayudarse a combatir lo sucedido».
«Espero que esto os haya impactado. Lo comparto porque quiero que nunca deis la seguridad de vuestros hijos por supuesta, especialmente dentro del agua, no importa lo imposible que pueda parecer, ni por un minuto» explicaba Adam, después de admitir que habían sido muy afortunados.
«Deshaceros de las colas de sirena. Estarán bien sin ellas. Quiero que sepáis que estas colas pueden matar. Sí, son una monada, los niños las quieren, pero alguien que lleve una puesta no debería acercarse al agua» ha aconsejado el padre.