El pasado 15 de julio, el rapero 'Little Kinky' (Isaac López Triano) fue brutalmente asesinado en Madrid por cuatro miembros de una banda latina. Tenía 18 años y se metían con él porque sufría síndrome de Asperger (un tipo de autismo). Lo acorralaron en un túnel de Pacífico, y lo apuñalaron hasta la muerte.
Un mes después de la tragedia, su familia sigue viviendo un auténtico calvario. Además de la incertidumbre de saber que los asesinos siguen en la calle, tienen que soportar amenazas y persecuciones. Sin ir más lejos, un desconocido persiguió a su madre Nines hasta el portal de su casa.
A fecha de hoy, la investigación sigue en un punto muerto y aún no han conseguido dar con los autores del crimen. Los agentes cuentan con un patinete, un cuchillo y un mechero como pistas, y saben que son jóvenes del entorno de las bandas latinas. Pero a fecha de hoy, su búsqueda no ha dado resultados.
La principal sospecha se cierne sobre la banda latina Dominican Don't Play. Se trata de un peligroso grupo de delincuentes muy activos en ciudades como Madrid y Barcelona. Algunos de sus miembros habrían reaccionado mandando mensajes amenazantes a la familia de Isaac a través de las redes sociales.
El abogado de la familia del fallecido, Juan Manuel Medina, afirma en El Cierre Digital que familiares del joven han sido amenazados por redes sociales. Se trataría de insultos y coacciones de miembros de la banda latina. Nines ha recibido inquietantes fotos de la fachada de su edificio.
Ella y otros familiares viven con miedo por las constantes amenazas de estos individuos. Hace pocos días, ella misma fue perseguida por un desconocido mientras realizaba el camino hasta su casa. La cosa no ha ido a más hasta ahora, pero supone una grave alteración de su bienestar y su tranquilidad.
Su madre, perseguida como su hijo
La persecución que ahora está sufriendo Nines es la misma que padeció su hijo durante mucho tiempo. Este aficionado al rap y al hip hop solía ser increpado por los miembros de los Dominican Don't Play. Esta es una activa banda de jóvenes, muchos de ellos menores, que siembran el temor en los barrios.
La noche de los hechos, Isaac salió de su casa en dirección al domicilio de un amigo. Por el camino se cruzó con un grupo de jóvenes que solían meterse con él. El chico emprendió una carrera que acabó minutos después dentro de un túnel de Pacífico donde se produjo la agresión.
Sus asesinos iban en patinete y pudieron alcanzar a la víctima y huir después de la agresión sin demasiados problemas. Algunos testigos vieron a Isaac saltando una valla antes de tropezarse y caer al suelo. Los agresores le rodearon y lo apuñalaron por la espalda antes de escapar.
Isaac no pertenecía a ninguna banda latina, como se especuló inicialmente. Según fuentes cercanas, el crimen podría deberse precisamente a la negativa del joven a entrar en una de esas bandas. Por ese motivo llevaba meses siendo acosado, y había recibido una paliza el pasado mes de abril.
No quiere dinero, sino justicia
La madre de Isaac, que ahora está siendo amenazada y perseguida por los asesinos de su hijo, denunció ante la policía estos precedentes. Contó que Isaac y sus amigos recibían amenazas constantes de los pandilleros latinos. "Esta gente se dedica a extorsionar, amenazas y agredir chicos como él", aseguró.
La afición de Isaac por el rap y el hip hop le había acercado al entorno de esas bandas criminales, que consumen ese tipo de música. El chico ya había sufrido acoso escolar debido a su autismo, y encontró en la música una válvula de escape. Irónicamente, esta fue también su vía de entrada al entorno que lo mató.
La madre de Isaac está en paro y coba 400 euros de subsidio. Pero asegura que no quiere dinero, sino justicia, para que a ningún chico más le pase lo mismo que a su hijo. Los fans de Little Kinky hicieron una campaña para reunir fondos y hacerse cargo de los gastos del funeral.