Este fin de semana se vivieron altercados preocupantes en diferentes ciudades de España, con quemas de contenedores, destrozos de mobiliario urbano y varios policías heridos. Una batalla campal que se libró en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Logroño, Málaga o Vitoria, y que se saldó con más de 60 detenidos.
Grupos organizados de encapuchados en contra de las restricciones del Gobierno sembraron el caos en estas ciudades, volcando y quemando contenedores, rompiendo escaparates, causando daños en vehículos y tirando objetos a los agentes de la autoridad, 30 de los cuales resultaron heridos.
Una situación que empieza a preocupar al Gobierno, que teme que la situación vaya a más si no se controla a tiempo.
Pedro Sánchez se pronunció ayer en Twitter sobre las concentraciones violentas, asegurando que solo desde «la responsabilidad, la unidad y el sacrificio lograremos vencer a la pandemia que asola a todos los países», y denunció «la conducta violenta e irracional de grupos minoritarios», que calificó de intolerable.
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El Presidente también quiso agradecer la labor de la Policía por garantizar la seguridad de los ciudadanos a la vez que destacó la labor de limpieza que realizaron varios adolescentes en Logroño tras la noche de disturbios. «La juventud de nuestro país es esto: generosidad, responsabilidad, compromiso», afirmó.
Grupos de radicales extremistas
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad creen que las protestas podrían estar organizadas por grupos de radicales, entre los que se encontrarían ultras de equipos de futbol, pero que no tienen a nadie que los guíe a nivel nacional, ni están relacionados por unas siglas concretas. Una suposición con la que no está de acuerdo Unidas Podemos, quienes han achacado la violencia en las calles a la extrema derecha.
A cuenta de esto, Pablo Iglesias ha señalado que se trata de «disturbios que promueve la ultraderecha tirando la piedra y escondiendo la mano», algo que ha ratificado Echenique, quien ha asegurado que los disturbios fueron «provocados por nazis y fascistas y alentados y alentados por los socios de PP y Cs en Murcia, Andalucía y Madrid».
PP y Vox se pronuncian
Los partidos de derecha han mostrado una reacción dispar frente los altercados. El propio Santiago Abascal aseguró el sábado que «hay más motivos que nunca para protestar» y achacó los enfrentamientos violentos a «la extrema izquierda, los menas e infiltrados». Asimismo, pidió a la Policía que los identifique y detenga. Sin embargo, Ignacio Garriga, candidato a la Presidencia de la Generalitat de Cataluña por Vox, fue más allá y negó que se tratara de infiltrados, si no gente que había perdido su trabajo:
«Los llaman negacionistas. Son trabajadores en el paro, padres sin nómina para alimentar a sus hijos, autónomos que no tienen trabajo y que hoy han visto su cuota aumentada. Españoles corrientes de Barcelona, hasta las narices de ser encarcelados y condenados a la miseria».
Por su parte, el PP se ha mostrado mucho más comedido y con Pablo Casado a la cabeza, se ha limitado a expresar su apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a los vecinos que sufren los destrozos.