María Martínez García y María Alsira García Mira, hija y madre fallecidas en Malpica

Alsira y María, madre e hija fallecidas en España con horas de diferencia

Alsira murió a los 62 años después de velar el cuerpo de su hija, de 35 años, y tras luchar durante meses contra un cáncer

María Alsira, una conocida restauradora de la localidad gallega de Malpica, vivió el pasado sábado el momento más duro que puede vivir una madre: veló el cuerpo de su hija María, fallecida repentinamente a los 35 años. A la mañana siguiente, ella también murió. Tenía 62 años y hacía meses que luchaba contra un cáncer.

Madre e hija fueron enterradas el domingo por la tarde en la iglesia y el cementerio parroquial de Santa María de Leiloio. El espacio se quedó pequeño para acoger a las decenas de personas que se unieron para despedir a dos mujeres conocidas y queridas. Entre ellos estaban Jorge Martínez Montero y su hijo, Koke, que dijeron adiós con lágrimas a Alsira, esposa y madre, y María, hija y hermana. 

Durante 18 años, Alsira y María habían sido parte fundamental del restaurante O Cachón, uno de los lugares más emblemáticos de Malpica. La madre contaba con una dilatada experiencia en restauración, que empezó con su labor en el restaurante San Francisco, en la misma localidad. Hace un par de décadas, ella y su marido Jorge emprendieron con una gran ilusión el proyecto de sus vidas: tomar las riendas del restaurante O Cachón. 

Al mando del local, Alsira y Jorge se convirtieron en toda una institución en Malpica, población coruñesa de poco más de 5.000 habitantes. Los que comieron y cenaron allí recuerdan hoy a María Alsira García Mira como una excelente cocinera, especializada en la gastronomía casera, y además como una persona de trato exquisito y afable. 

El restaurante que levantaron con su esfuerzo Alsira y Jorge es un bonito emplazamiento a pie de puerto en la Costa da Morte, con unas vistas espectaculares e inspirado en la cocina tradicional gallega. El producto estrella es el pescado fresco, como el pulpo comprado en la lonja de la villa, que se ha convertido en el plato más pedido por los comensales. 

Meses luchando contra el cáncer

Pero la prosperidad de su negocio se vio empañada por una mala noticia: a «la mejor cocinera de Malpica», como la conocían sus vecinos, le detectaron hace unos meses un tumor. A pesar de batallar con todas sus fuerzas contra la enfermedad, el tumor creció y fue operada de urgencia hace un par de semanas. Tras unos días ingresada volvió a casa, donde el pasado domingo su estado de salud empeoró.

«A mi mujer le detectaron un tumor en febrero», cuenta con más detalle Jorge, de profesión marinero. Según explica, «fue en unas pruebas que le hicieron, donde los médicos hallaron unas células cancerígenas en un ojo, pero ya tenía el cáncer extendido por los pulmones, el brazo y el hígado. Hace unas semanas la operaron, pero ya no había nada que hacer». 

Una muerte repentina

Alsira había vivido en las últimas horas el momento más triste de su vida. Su hija, María Martínez García, murió el viernes supuestamente de un trombo. Las muestras de dolor y consternación se sucedieron durante todo el sábado en el tanatorio Grupo Bergantiños de A Camuza. Durante la mañana, el cuerpo de María fue velado en la más estricta intimidad por sus familiares. Allí estuvo también su madre, que a pesar de su frágil estado de salud quiso despedirse de su hija en unas horas tan dramáticas. 

A la mañana siguiente fue cuando Alsira, que llevaba tiempo enferma, notó un empeoramiento de su estado de salud. Llamaron al 061, pero falleció durante el traslado al centro hospitalario. La muerte de madre e hija con pocas horas de diferencia llevó a los familiares a pedir, por voluntad expresa, que fueran enterradas juntas. Fue en un multitudinario funeral, el domingo a las cinco de la tarde, cuando todo el pueblo de Malpica se despidió con lágrimas de sus dos vecinas más queridas. Ahora, Alsira y María, madre e hija, descansan juntas.