La batalla electoral en Madrid coge un sabor cada vez más agrio, aunque que el inicio oficial de la campaña no se producirá hasta dentro de casi un mes, el domingo 18 de abril. La nota discordante la ha puesto en esta ocasión el alcalde de Madrid y portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, al referirse al candidato de Unidas Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid y todavía vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias. Almeida ha sido muy contundente al afirmar que Iglesias estaría «imputado» si no fuera aforado y, además, ha asegurado que «Isabel Díaz Ayuso nunca va a estar tan cerca de la cárcel como lo está Pablo Iglesias en estos momentos».
En un tono poco habitual por parte del alcalde de Madrid, Almeida ha querido contestar así otras polémicas declaraciones que Iglesias hizo la semana pasada. El candidato de Unidas Podemos manifestó que «es más que probable que cuando se investigue de verdad a Isabel Díaz Ayuso, sea imputada y acabe en prisión». Tras una visita en un parque de su ciudad, Almeida cargó contra las palabras de Pablo Iglesias y fue cuando contraatacó los agravios del líder de Unidas Podemos con total contundencia después que el aún vicepresidente segundo del ejecutivo dejara en muy mal lugar a la presidenta madrileña.
Martínez-Almeida dispara sin piedad contra Iglesias
«El señor Iglesias estaría imputado si no fuera porque es aforado», manifestó José Luis Martínez-Almeida con total contundencia, explicitando que «Iglesias, el de la gente, el del pueblo, estaría imputado en la Audiencia Nacional si no es porque está aforado por ser diputado en el Congreso, y por tanto está mucho más cerca de la cárcel de lo que va a estar Isabel Díaz Ayuso en toda su vida». No es nada habitual ver a un José Luis Martínez-Almeida tan contundente, ya que sus declaraciones suelen caracterizarse por un tono más suave y por un contenido mucho más moderado, pero lo cierto es que esta excepción denota cómo de mal han caído las palabras de Pablo Iglesias en el seno del PP.
Pero no se ha quedado aquí. José Luis Martínez-Almeida ha atacado a Podemos, diciendo que «es un partido imputado con los principales dirigentes de la formación investigados en estos momentos por delitos graves». «¿Qué es lo mejor que se puede hacer con Pablo Iglesias? Ignorarle. Hay que ignorarle, hay que decirle que aquí no estamos para discutir con él porque no se puede debatir con una persona que ha hecho del odio y de la confrontación su forma de entender la política», ha soltado un José Luis Martínez-Almeida muy enfadado. «Pablo Iglesias es una caricatura de aquella persona que se nos presentó ya hace diez años», ha disparado el alcalde de Madrid.
Aún más: Martínez-Almeida califica a Iglesias como machista por su investigación por el caso Dina. «Lo investigan por presuntos delitos de un notable tono y contenido machista como es tratar de tutelar a una persona por ser mujer y por tanto tratar de protegerla entre comillas en este caso quedándose con la tarjeta de su móvil», ha dicho en referencia al caso judicial que investiga el trato de Iglesias a su antigua asesora, Dina Bousselham. Cabe recordar que el caso fue archivado por el Tribunal Supremo, aunque es cierto que la Audiencia Nacional sigue adelante con la investigación y podría dirigir nuevas acusaciones contra Iglesias.
Finalmente, el alcalde de Madrid y portavoz nacional del PP ha rematado su intervención con la misma contundencia con la que ha desarrollado todo su contenido: «Por todo eso yo le diría a Pablo Iglesias que antes de hablar de la cárcel de los demás, trate de salir lo mejor parado y lo mejor librado del procedimiento judicial en el que está en curso él en estos momentos».
El tablero político en Madrid, muy tensionado
Las declaraciones de la semana pasada de Pablo Iglesias y la respuesta obtenida por parte de José Luis Martínez-Almeida son la muestra más clara de la tensión extrema que vive la política madrileña. A lo largo de la legislatura, los enfrentamientos de Isabel Díaz Ayuso con la oposición ya han tensado de manera clara las relaciones entre partidos en la Asamblea de Madrid, pero la irrupción inesperada de las elecciones del próximo 4 de mayo elevan este clima hasta límites insospechados.
La entrada en la batalla de Pablo Iglesias contribuye, sin duda, a radicalizar aún más la situación. Tanto a Unidas Podemos como al PP les interesa que se visualice la cofrontación entre sus candidatos, que representan polos opuestos y que, polarizando, pueden verse beneficiados en las urnas: los potenciales votantes de izquierdas pueden ver en Iglesias el azote a la derecha y ello les puede motivar a no abstenerse o no votar al PSOE o a Más Madrid, más moderados, y optar por Unidas Podemos; mientras que lo mismo ocurre con el potencia votante de derechas, que puede ver en Ayuso la gran rival de Iglesias, cosa que favorece la movilización de voto para el PP. Si la precampaña se ha agriado de esta forma, la campaña electoral puede ser de extrema dureza.