España, en jaque. Lo que parecía una simple amenaza se ha convertido en una complicada realidad. Sí, los transportistas han puesto el país en jaque y son muchos los negocios que se ven obligados a echar el cierre. Sin ir más lejos, Lidl comunicó el pasado viernes que cerraba dos supermercados en Asturias por falta de abastecimiento.
Pues bien, ahora las gasolineras automáticas podrían sufrir algo similar. La Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (Aesae) ha advertido que algunas de las más de 1.300 gasolineras automáticas de España están sufriendo problemas de suministro.
La Aesae, asimismo, va más allá y insiste en el hecho de que Andalucía, Valencia y Murcia son las comunidades que más problemas están teniendo. De hecho, desde la misma asociación no se muerden la lengua e insisten: "Toda España se vería envuelta en una crisis sin precedentes".
"Una crisis sin precedentes"
En esta línea, la Aesae pide al Gobierno que baje ya el precio del carburante —que no se espere a final de mes— para poder salvar a las gasolineras automáticas de la falta de abastecimiento. "Esta crisis puede tener consecuencias devastadoras para la población española", dice.
"El paro, dentro del contexto de inflación que se está viviendo, donde los precios baten el máximo histórico día tras día, perjudica principalmente a los autónomos, a las pequeñas empresas y al consumidor final", explican.
"Las gasolineras automáticas ofrecen una alternativa más económica en un contexto de inflación", insisten desde el colectivo para que el Gobierno español tome cartas en el asunto.
Una solución intermedia: servicios mínimos
Las gasolineras lo piden para, como mínimo, no llegar a la situación de Lidl en Asturias. Dicen que el Gobierno tiene que llegar a una solución "inmediata" que permita garantizar unos servicios mínimos de abastecimiento para infraestructuras como las gasolineras.
Si no, insisten, podrían llegar a tomar medidas drásticas. De hecho, fue el pasado viernes por la noche cuando, ante la falta de abastecimiento, Lidl se veía obligado a cerrar dos de sus establecimientos en Gijón.
Varios clientes del supermercado habían colgado imágenes días antes de los supermercados en cuestión, en las que se podía ver que el problema de la falta de abastecimiento era real.