El 28 de octubre de 2020, un día antes de cumplir ocho años, Aitor murió en el baño de su casa después de haber ido cinco veces a Urgencias. Un año después, el día que habría cumplido 9, su localidad de Petrer le ha rendido un sentido homenaje. Nadie se olvida de él, y siguen clamando justicia.
El caso de Aitor causó una profunda indignación en España al considerarse un caso de abandono y negligencia médica. El pequeño fue varias veces a Urgencias con síntomas de apendicitis, pero no le hicieron caso. Acabó desplomándose en el baño de su casa tras cuatro días de dolor insoportable.
Su pueblo natal ha arropado a su familia en una fecha muy especial, el día que habría cumplido 9 años. Las lágrimas y la emoción embargaron a los presentes en su homenaje. La tristeza y la rabia se mezclaron con la sed de justicia y el clamor para que se diriman las responsabilidades.
Historia de un trágico error médico
El calvario del pequeño Aitor empezó el sábado 24 de octubre, cuando empezó a padecer los síntomas. Su abuela Marta, que tenía la patria potestad y era quien le hacía de madre, lo llevó a un centro de salud para que lo trataran. Le mandaron a casa y le dijeron que si se seguía encontrando mal lo llevasen al hospital.
Ante la persistencia del dolor lo llevó a Urgencia Pediátricas, donde le diagnosticaron una posible gastroenteritis y le mandaron de nuevo a casa. Durante los siguientes cuatro días el dolor fue a más y acabó que no podía ni moverse. Fueron tres veces más a urgencias, pero en ninguna de ellas le hicieron caso.
En total, Aitor fue cinco veces al médico en los centros de salud Petrer I, Petrer II y el Hospital. El 28 de octubre se desmayó en el baño de su casa y los servicios de emergencia no pudieron hacer nada para salvarle. A partir de entonces empezó la lucha de la familia para que se haga justicia.
Homenaje en el parque donde iba siempre a jugar
El resultado de la autopsia confirmó que el niño había muerto por una peritonitis. Se trata de una patología relativamente fácil de diagnosticar y que produce la muerte si no se trata con rapidez. El hecho de que el niño fuera cinco veces al hospital pone en duda la actuación de los facultativos.
La rabia que aún circula por las venas de los allegados de Aitor se mezcló con la tristeza el día de su cumpleaños. Fue el primer año sin el niño, y su familia se vio arropada por los vecinos de Petrer. Se reunieron en el parque El Campet, donde solía ir a jugar con sus amigos al salir del colegio.
Allí estaban también su madre biológica, Dolores, y Marta, su abuela y cuidadora desde que era un bebé. Ellas presidieron una concentración en memoria del menor fallecido. “Pudieron haber evitado la muerte de mi ángel, y han acabado también con mi vida”.
La canción que le cantaba siempre su abuela
En el lugar se reunieron también varios artistas como el poeta Octavio Jover, que le dedicó una poesía, y Adrián Palazón, que tuvo unas palabras de recuerdo. La cantante Shakira Martínez cantó su canción favorita, “El infinito y más allá”, que siempre le cantaba Marta antes de dormir.
La velada estuvo presidida en todo momento por un retrato del niño que pintó un artista local. La alcaldesa de la población, Irene Navarro, se solidarizó con la familia y los amigos: “Ninguna madre ni ningún padre están preparados para la muerte de un hijo”.
Mientras, la familia no se rinde y ante la lentitud de la justicia ha pedido un nuevo examen médico. El forense negó inicialmente una mala praxis en el caso de Aitor, pero pidió un segundo informe. La familia presentó a la justicia un perito privado que habla de una posible actuación deficiente.