La nieve ha llegado al centro de la península y ha provocado grandes expectaciones, sobre todo entre la población madrileña. Hacía más de 50 años que no se vivía una nevada tan histórica en la capital, y por esta razón miles de madrileños se han lanzado a las calles para jugar, disfrutar y fotografiar una estampa que posiblemente no se repita hasta dentro de unas cuantas décadas.
Las nevadas de Madrid y sus consecuencias están ocupando cada noticia del telediario, así como también están protagonizando la mayoría portadas. Aun así, cabe recordar que aunque la borrasca Filomena está azotando nuestro país, la pandemia del coronavirus aún no ha finalizado y esta es solo una excusa más para quedarse en casa.
La pandemia y la histórica nevada colapsan los servicios de emergencia
Este fin de semana -como todos los anteriores- no se han contabilizado aún los casos positivos de coronavirus, y muchas personas han podido pensar que la pandemia se ha tomado un descanso para que la población pueda disfrutar de la nieve. Nada más lejos de la realidad.
Lo último que se supo del coronavirus es que las fiestas de Navidad, año nuevo y el día de Reyes se estaban empezando a notar en el aumento de casos. Los hospitales se encontraban al borde del colapso y la llegada de esta histórica nevada a la capital no está ayudando nada a los sanitarios.
Muchos de ellos están teniendo problemas para llegar a los respectivos hospitales a causa de la nieve, y otros han tenido que doblar turno por la imposibilidad de sus compañeros de llegar a las instalaciones.
Las autoridades recuerdan que es muy recomendable quedarse en casa
Así, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, se ha referido a las imágenes de las aglomeraciones en la puerta del sol y ha advertido sobre que la movilidad «contrae un riesgo a los peatones también» en situaciones de alerta climatológica. Si algún peatón o conductor sufre algún tipo de accidente estos días, es prácticamente imposible que los servicios de emergencia puedan acceder a la zona donde se encuentra y, además, atravesar la ciudad y poder llegar a un hospital a tiempo. Estas dificultades, sumadas al cercano colapso de las camas en los hospitales por el coronavirus, hacen que las autoridades recuerden que la mejor opción es quedarse en casa.
Asimismo, Ábalos ha querido recordar los efectos que la pandemia aún se están dejando ver en nuestro país: «No nos olvidemos de ello y la nevada no nos va a hacer perder de vista la situación que arrastramos. Parece que lo más aconsejable era llevar la mayor estancia en los domicilios», ha afirmado.
Incluso la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha utilizado sus redes para advertir a los madrileños que no salgan de casa pero, si lo hacen, aprovechen para «ayudar a despejar rampas, portales y demás lugares transitables», ya que las máquinas de nieve también se han visto colapsadas por el gran trabajo que ha causado el temporal en toda la capital.
Estas respuestas de las autoridades llegan después de ver los vídeos que se han compartido en distintas redes sociales sobre las concentraciones que ha habido en Madrid, concretamente en plaza del Sol. El simbólico lugar parecía sacado de una Nochevieja en una situación normal, con decenas de personas bailando y cantando al ritmo de diferentes canciones. Una hermosa estampa que se ve criticada por la cantidad de personas que están con la mascarilla mal puesta o directamente no la llevan encima.
Mientras algunos recriminan que después de este largo y duro año la gente merece momentos de felicidad, otros recuerdan que una pequeña caída en la nieve podría desembocar en algo más grave debido a la imposibilidad de los equipos de emergencia de acceder a algunas zonas de la capital y la cantidad de nieve que impide llegar con facilidad a los centros sanitarios u hospitales.
En cualquier caso, las concentraciones y guerras de nieve duraron poco, ya que la Policía Municipal acudió para desalojar las principales plazas de la ciudad. Los agentes se vieron obligados a pedir más refuerzos de la Policía Nacional, ya que la mayoría de personas que se encontraban en las aglomeraciones empezaron a lanzar bolas de nieve a los agentes y a los coches patrulla. Después de horas de tensión, sobre las 21.00h se habían disuelto las aglomeraciones y todo volvía a la normalidad.