Uno de los puntos más importantes del proceso de búsqueda de una vacuna contra el COVID-19 fue conseguir una que diera una protección adecuada. Durante meses, las farmacéuticas estuvieron dando datos sobre cuál era su nivel de eficacia contra el coronavirus con lo visto en los ensayos clínicos. Finalmente, las vacunas ARN como la de Pfizer y Moderna demostraron rozar el 95% mientras que otras como AstraZeneca se quedaban en un 75-80%.
Pero un punto importante que solo se ha podido saber con el paso del tiempo es como pierden eficacia a lo largo de los meses. En eso se ha centrado una investigación liderada por expertos de la universidad de Oxford. En ella, han comparado las vacuna de Pfizer-BioNTech y la que ayudaron a desarrollar junto a AstraZeneca.
Los resultados han determinado que la caída de la protección es mucho más rápida en la de Pfizer. En esta vacuna, transcurrido el primer mes desde que se tiene la pauta completa la protección se sitúa en un 90%. Pero esta todavía se reduce más a un 85% y a un 78% cuando transcurren 2 y 3 meses.
Por el contrario, la vacuna de AstraZeneca se queda con un 67% de eficacia frente al COVID-19 cuando transcurre el primer mes. En el segundo y en el tercer mes la protección de esta vacuna disminuye hasta un 65 y un 61%.
Este estudio todavía está pendiente de ser revisado por otros científicos ajenos al mismo. Para llevarlo a cabo han analizado datos del Sistema Nacional de Salud británico (NHS) de entre diciembre de 2020 y agosto de 2021. Se han examinado pruebas de unos 700.000 pacientes, de antes y después de que la variante Delta fuera dominante en las islas.
Sobre esta última variante, su conclusión es que los que se contagian estando vacunados tienen niveles máximos de virus similares a los no vacunados. Recuerdan que la vacuna no evita la posibilidad de coger la enfermedad. Pero si es la mejor manera de impedir un posible contagio y que los efectos en la salud de este sean lo más leve posible.
Los expertos que se siga vacunando aunque Baje algo la eficacia
Una de las investigadoras, la experta en estadística médica y epidemiología, Sarah Walker, aseguraba que hay aún incógnitas por resolver. "Todavía no sabemos cuánta transmisión pueden provocar las personas que contraen Covid-19 después de ser vacunadas. Pueden tener, por ejemplo, niveles altos de virus durante períodos de tiempo más cortos", afirmaba.
Ha querido dejar claro que el hecho de que "las personas que no están vacunadas pueden no estar tan protegidas ante la delta como esperábamos". Así las vacunas siguen siendo eficaces contra estas nuevas variantes y se hace necesario que "se vacune a tanta gente como sea posible".
Otro de los investigadores, Koen Pouwels ha querido quitar importancia a las "ligeras disminuciones de protección" que sufren las dos vacunas. Para él aunque pierdan eficacia ante "infecciones con alta carga viral", esta sigue siendo "muy alta".
En otro punto de la investigación, también han querido comprobar cuál es la eficacia de la vacuna de Moderna ante la variante Delta. Han querido comprobar la protección que ofrecía cuando se ha administrado una sola dosis. Sus resultados confirmar que esta vacuna tiene "igual o mayor" nivel de protección que las otras dos comentadas.
De momento, no tienen suficientes datos sobre los vacunados con una pauta completa de Moderna para valorarlo. Por último, han confirmado que el hecho de que las vacunas tengan diferentes intervalos no afecta a su eficacia. También que los menores de 34 años obtienen niveles de protección más altos que los mayores.