El confinamiento decretado tras la declaración del estado de alarma nos ha dejado infinidad de casos curiosos. Desde familias que pasan la cuarentena en caravanas hasta personas a las que la norma pilló navegando en alta mar.
Pero pocas cuarentenas han sido tan inverosímiles como la que se vivió en un prostíbulo de la Rioja. Allí permanecieron confinadas trece personas, la mayoría trabajadoras del club, tras confirmarse algunos casos positivos y otros con síntomas.
Se trata del club Macumba, un local dedicado a la prostitución ubicado a las afueras de Rincón de Soto (La Rioja), en un polígono industrial. La voz de alarma se dio a finales del mes de marzo, con el local ya cerrado, tras el positivo de una de sus trabajadoras.
Según informó el diario 'La Rioja',la cocinera del local dio positivo en Covid-19 al mismo tiempo que otras de sus compañeras fueron presentando síntomas.
El personal sanitario del centro de salud acudió al local de alterne para realizar las pruebas y ante la confirmación de estos primeros casos se decidió «priorizar la salud de todos», explica el alcalde de Rincón de Soto, Carlos Paúl.
«Las autoridades sanitarias decidieron que estas personas pasaran la cuarentena dentro del local. Está en las afueras, en un polígono. Es grande... Trasladarlas a todas y llevarlas a domicilios donde no hubiera un control era complicado», explica el alcalde.
Trabajadoras sin hogar
La decisión de confinar en el club de alterne a las trabajadoras, a pesar de estar este cerrado tras la declaración del estado de alarma, también correspondía al hecho de que muchas trabajadoras del local son extranjeras y no cuentan con domicilio en España, pues residen en el propio club.
Durante las dos semanas de confinamiento, el ayuntamiento se coordinó con el gobierno riojano para proporcionar a las personas confinadas en Macumba los alimentos necesarios para su subsistencia.
Cruz Roja y Servicios Sociales fueron las entidades encargadas de llevar los víveres hasta el gran recinto de más de cien metros cuadrados ubicado junto a la Nacional 232.
Además, un médico del centro de salud del pueblo mantenía el contacto con los infectados para conocer la evolución de la enfermedad, que algunos pasaron de forma «asintomática y otros con síntomas leves».
Fin de la cuarentena
Tras dos semanas de confinamiento el alcalde de la localidad, Carlos Paúl, confirmó a 'El Periódico' que «todas las personas que han pasado allí la cuarentena están ya bien. La medida les ha sido ya levantada, aunque deberán seguir teniendo cuidado y cumplir el confinamiento como el resto de ciudadanos», añadió.
Mientras que otros empleados del club, como la cocinera que fue diagnosticada al principio, ya se han trasladado a su residencia habitual, se desconoce que pasará con las trabajadoras que no cuentan con domicilio en nuestro país.