Dima, un niño de tan solo dos años, ha sido estrangulado y quemado en el horno de su casa por sus abuelos, de 52 y 48 años, en Kemerovo, Rusia.
Según ha informado 'The Sun', la pareja, que estaba a cargo del menor, había bebido y alegaron que estaban «irritados» por los gritos de su nieto.
Los padres de Dima, Maria y Dimitry Shcherbakovy, de 20 y 25 años, encontraron la ropa de su hijo dentro de la casa de los abuelos del menor cuando fueron a recogerlo, pero no había rastro de él.
Encontraron los restos de su hijo enterrados bajo la nieve, a menos de 20 grados centígrados. El niño había sido estrangulado y posteriormente quemado en el horno del domicilio.
Los progenitores llamaron a la policía, que acudieron de forma inmediata a la escena del crimen. Ahora, los agentes están investigando los hechos y se encuentran a la espera de la autopsia, que determinará la causa exacta de la muerte del pequeño.
«Cuando ocurrió el incidente, los abuelos de la víctima estaban en estado de ebriedad, por lo que estaban extremadamente irritados porque el nieto no dejaba de llorar. Con ira y sin control, lo estrangularon, lo arrojaron en el horno y luego sacaron su cuerpo y lo lanzaron a la nieve», han explicado las autoridades rusas.
Los asesinos de Dima se encuentran detenidos hasta que se celebre el juicio que determine qué pasará con ellos, aunque se prevé que tengan que cumplir una condena de entre 15 y 20 años de prisión por asesinato.
El caso del menor ha causado gran conmoción entre la población. Su otra abuela ha compartido un mensaje de dolor e indignación: «Nuestro pobre muchacho, ¿por qué somos tan indefensos y no hemos podido salvarte?».
Caso similar en Estados Unidos
Hace tan solo unos días, tuvo lugar un caso similar en el estado de Georgia, en Estados Unidos. Kristie Flood, de 29 años, ha sido acusada por el asesinato de Fallon Fridley, una niña de 2 años.
La investigación se inició el pasado 9 de diciembre, cuando el departamento de Policía de la ciudad de Sandy Springs recibió una llamada médica sobre una menor.
Las autoridades se desplazaron hasta el hospital donde se encontraba ingresada la pequeña, donde Fallon Fridley finalmente falleció.
La autopsia del cadáver de la menor determinó que la niña había sufrido graves lesiones que provocaron su muerte.
Kristie Flood, la persona que estaba a cargo de Fallon, ha sido acusada de asesinato. Según los padres de la pequeña, la mujer era una amiga cercana de la familia y llevaba cinco años ejerciendo como canguro a tiempo completo.
Los progenitores han destacado que nunca hubieran sospechado que ella pudiera haberle hecho daño a su hija. «El mal ha estado frente a mí durante años y nunca lo vi», destacó la madre. de menor.
Aunque Kristie Flood llamó desesperada e histérica a la televisión y dijo que Fallon se había golpeado la cabeza con un tobogán en el recreo del colegio, los médicos que la atendieron desmintieron esto y señalaron que las lesiones de la niña no cuadraban con el relato de la niñera.
Tras arrestar a la mujer, la policía descubrió en el teléfono de Kristin que había realizado algunas búsquedas, como «qué tipo de personas disfrutan abusando de los hijos de otras personas» o «qué significa tener un impulso repentino de golpear a un niño que no es tuyo», que determinarían su culpabilidad.
Por este motivo, las autoridades del estado de Georgia han acusado a la niñera de asesinar a la menor de 2 años.
Ahora, Kristie Flood se enfrenta a cargos de asesinato por delito grave y por malicia, además de agresión agravada y crueldad hacia una niña.