No hay duda de que el matrimonio es, para muchas parejas, uno de los pasos más importantes a dar en su relación. El hecho de festejar el amor con una gran fiesta en compañía de familiares y amigos se une a ese “contrato”, a esa promesa entre ambos de permanecer siempre juntos, en los buenos y en los malos momentos. La boda es un momento único y mágico, por lo que su organización, sea cual sea el tipo por el que se opte (religioso, civil, rito balinés, celta, etc.), debe plantearse con meses de antelación. Todo debe ser perfecto, pues será un día que quede grabado a fuego en nuestra memoria.
Pero tan importante es ese gran día, como el modo en el que le pedimos a nuestra pareja que se case con nosotros. Hincar la rodilla y sacar un anillo después de una cena romántica ya está muy visto, incluso si la velada se desarrolla el día de los enamorados. No, si de verdad quieres sorprender a tu pareja tienes que apostar por algo mucho más creativo e impactante, algo que convierta a tu pedida en única e irrepetible. Es cierto, no todos tenemos la misma imaginación y hay mucha gente a la que le cuesta romper con los corsés estipulados por la sociedad. No os preocupéis, hoy os traemos cinco grandes ideas para sorprender a vuestras parejas en la pedida de mano. ¡Tomad nota!
1.Súbete a un volcán
Ajá, como lo lees, a un volcán. Sabemos que a priori puede parecer peligroso e incluso producto de una actitud completamente irresponsable. De hecho, es probable que tu pareja literalmente piense que has perdido la cabeza. Pero eso solo será durante los primeros 30 segundos, cuando sea consciente de dónde está y de todo lo que has tenido que hacer para llegar hasta ahí, no tendrá más palabras para ti que un “Sí, quiero”. Y no lo decimos nosotros, lo dice el jugador de póker Eugene Katchalov que organizó un viaje a Islandia con su novia Anna para pedirle matrimonio en la cima del Eyjafjallajökull. Le dijo que sí, por supuesto, ¿quién podría negarse tras semejante propuesta?
2.Recrea su serie favorita
No toda la serie, claro, pero sí esa escena en la que no se puede dejar de pensar. Ya hemos visto bodas que recrean series y películas, como ceremonias al más puro estilo Juego de Tronos o en las que la magia de Harry Potter es la protagonista. Sin embargo, en este caso se trata de ir un paso más allá, y llevar esa pasión por lo audiovisual a tu propuesta. ¿Crees que no es posible? Joshua Green lo hizo. Este joven estadounidense le pidió matrimonio a su novia recreando una de las escenas más emotivas de Anatomía de Grey: cuando Derek le pide a Meredith que se case con él rodeado de un centenar de velas dispuestas como la estructura de su futura casa.
3.Crea tu propio videoclip
Sin dejar el mundo audiovisual nos vamos directos a una de las formas más creativas de pedir matrimonio: a través de un vídeo. Y no de un vídeo cualquiera, sino de un videoclip en el que participen todos vuestros seres queridos. Puedes proyectarlo de manera casual o ir a lo grande y conseguir que en el cine de tu localidad lo cuelen entre los tráilers que suelen ir antes de la película. No serías el primero, eso sí: el enamorado de Amy ya lo hizo con un final feliz.
4.A punto de ser arrestado
Ya puestos a pedir colaboraciones, ¿por qué no conseguir la ayuda de la policía para una ocasión tan especial? Puede sonar a locura, pero esto es precisamente lo que hizo Daiwon McPherson, que convenció a dos agentes de policía para que fingieran su detención y, cuando ya estaba reducido en el suelo, sacó un anillo que dejó con la boca abierta a su novia. Estamos seguros de que será un momento que nunca olvidaréis: ¿Te acuerdas del día en el que casi me detienen? Ah sí, cuando me pediste en matrimonio.
5.En un panel publicitario
Después de que se estrenase la película A tres metros sobre el cielo, basada en la popular novela de Federico Moccia, cientos de jóvenes (y no tan jóvenes) se lanzaron a escribir sus mensajes de amor en los puentes de las carreteras como hacía su protagonista en el film. Esta opción ya está un poco explotada, pero no tanto la de los paneles o vallas publicitarias. Coloca tu mensaje en un lugar por el que paséis todos los días y simplemente espera a que el Sí brote de sus labios. También puedes aprovechar el verano para colgar el mensaje en los aviones que sobrevuelan las playas con publicidad, aunque somos conscientes de que ambas opciones solo son válidas para los que no tengan vergüenza escénica.