Un total de 32 zonas básicas de salud en Castilla y León arrojan tasas por encima de los cinco casos positivos por COVID-19 por cada 10.000 habitantes, muy cerca del confinamiento a los que ya están sometidos las localidades de Íscar y Pedrajas en Valladolid y Aranda de Duero (Burgos), donde comenzará mañana.
La provincia de Burgos es la más afectada con un total de doce zonas en 'naranja', tal y como recoge la Junta en su portal de datos abiertos y consultado por Europa Press. Se trata de Burgos Rural Sur, López Sáiz, Comuneros, Gamonal, Valle de Mena, Medina de Pomar, Villarcayo, Sedano, Melgar de Fernamental, Belorado, Quintanar de la Sierra y Aranda Rural. En esta provincia destaca la tasa de Sedano, con 113,38 positivos por 10.000 habitantes.
En Soria se contabilizan siete zonas en esta situación. Se trata de San Esteban de Gormaz, San Leonardo de Yagüe, Soria Rural, Gomara --presenta los niveles más preocupantes, 27,96 positivos por cada 10.000 habitantes, Almazán, Soria Sur y Norte. En Salamanca, son cinco las zonas afectadas: Periurbana Norte, F. Villalobos, Elena Ginel Díez y Miguel Armijo en la capital y Pedrosillo el Ralo, con la mayor tasa 22,7 positivos por cada 10.000 habitantes.
En Valladolid, las cuatro zonas naranjas se encuentran en la capital en Delicias II, Circunvalación, Pilarica y Circular --10,80 positivos por cada 10.000 habitantes--, sin olvidar que Íscar está en zona roja.
Segovia, con las zonas de Cuéllar --6,47 positivos por 10.000 habitantes-- y El Espinar; y Matallana de Torío, en León, completa este listado.
Para todas estas zonas, la Junta reclama que se restrinja «al máximo» el contacto social, evitando reuniones de más de diez personas y limitar "al máximo" la exposición en lugares cerrados.