Jordi González se convirtió en protagonista inesperado en la final de 'Supervivientes 2020' después de que anunciara en directo que dejaba de presentar 'Conexión Honduras' los domingos por la noche. En su despedida, las palabras del presentador provocaron un gran desconcierto pues todo parecía indicar que no solo abandonaba el programa, sino que daba por terminada su andadura profesional en Mediaset.
Las quejas de algunos concursantes sobre la actitud que Jordi ha tenido con ellos durante el concurso y la frialdad con algunos colaboradores en el plató, podrían ser la causa de su despido. Tras esto, el catalán dejó también las redes sociales y por ahora nada más se ha sabido.
Su carrera profesional es bien conocida por muchos pero no así su vida personal que el propio presentador se ha encargado de mantener alejada del foco mediático. Fue de su propia voz cuando conocimos que de pequeño padecía un trastorno en el habla que le provocaba tartamudear y que se solucionó gracias al regalo que su madre le hizo: un magnetófono.
Gracias a ello Jordi logró superar sus problemas y encontró su vocación orientada a la comunicación y lejos de sus pretensiones como maestro: «Mi verdadera vocación era la docencia y quería ser maestro de escuela» explicaba en una entrevista. A los 17 años comenzó su andadura en distintos medios hasta llegar a ser presentador de televisión.
Pero si hay algo que caracteriza al catalán es, para su desgracia, sus marcas en la cara. Mucho se ha especulado sobre su origen y la razón por las que no decide eliminarlas, pero Jordi se niega a deshacerse de ellas pues sonla consecuencia de una enfermedad tropical que cogió en uno de sus muchos viajes por el mundo.
Un trago de agua infectada durante una viaje por el Amazonas cuando era joven fue la causa de la enfermedad que terminó por marcarle la cara: «Fue un drama» recuerda al tiempo que señala sentirse a gusto con ellas: «Son un rasgo de mi imagen, no presumo de mis cicatrices, pero no me avergüenzo».
Pero lo que a él no le molesta ha resultado ser un problema en su búsqueda de empleo, pues reconoce que ha perdido muchas oportunidades por su aspecto: «Me llamó para ofrecerme un proyecto. Cuando me vio en persona se sintió muy incómodo, y cuando vio las cicatrices de mi cara me dijo que yo nunca podría dedicarme a la televisión» confiesa recordando una entrevista para TVE.
A pesar de que Jordi González se niega a desprenderse de sus marcas, sí que se ha realizado algún que otro retoque estético pues siempre procura verse bien además de cuidar su alimentación y dedicar algo de tiempo a hacer ejercicio físico, ya que como personaje público sabe que la imagen es muy importante.