Rocío Carrasco junto a Antonio David paseando por Madrid cuando eran pareja

'La boda entre Rocío Carrasco y Antonio David se hizo para tapar un escándalo'

La ceremonia se preparó de forma precipitada tras la llegada de una noticia que cambiaría las vidas de la pareja

La relación entre Rocío Carrasco y Antonio David Flores no ha dejado de ser noticia desde que salió a la luz que Rociíto iba a hablar por primera vez sobre su exmarido y sus hijos tras 25 años en las sombras

El exguardia civil y la colaboradora de televisión empezaron a salir cuando eran muy jóvenes, ella apenas tenía 18 años y él 20. Rocío Jurado no aprobaba al novio de su hija, pero se vio obligada a aceptarle con la llegada de una noticia que cambió la vida de su primogénita y que la llevó de forma precipitada al altar. 

Argentona, el primer destino de Rocío Carrasco y Antonio David

Rocío Carrasco abandonó la casa donde había crecido poco tiempo después de cumplir la mayoría de edad y lo hizo para estar junto a Antonio David Flores, que había sido destinado a Argentona (Barcelona).

Allí tuvieron que compartir piso con otros tres guardias civiles y pese a que no fue el mejor comienzo para una pareja, los dos disfrutaron de sus primeros meses conviviendo juntos.

A pesar de que no tenían que hacer frente a ningún gasto, Rocío Carrasco quiso trabajar en desfiles como modelo para conseguir dinero para cuando se fueran a vivir solos.

Sin embargo, un acontecimiento truncó todos los planes que tenían por delante y les obligó a darse el 'sí, quiero' de manera precipitada, tal y como han adelantado desde 'Libertad Digital'.

Una boda precipitada

Rocío Carrasco se quedó embarazada tan solo unos meses después de su llegada a Barcelona y para evitar que tuviera lugar un escándalo en la prensa rosa, prepararon urgentemente una boda. 

Rociíto y Antonio David Flores tomaron la decisión de pasar por el altar en una reunión en la que también estuvo presente Rocío Jurado.

Un enlace que se celebró precipitadamente el 31 de marzo de 1996 en la finca Yerbabuena, en Sevilla, cuando Rocío Carrasco ya llevaba 13 semanas de embarazo. 

Aunque el entonces guardia civil no era un yerno deseado por la cantante, ella ya se había convencido de que su hija le quería y no le quedó más remedio que aceptarlo como a uno más de la familia. 

Siete meses después del enlace, nació la primera hija de la pareja y se convirtió en la tercera Rocío de la familia. 

Todo iba viento en popa entre la primogénita de Rocío Jurado y Antonio David Flores y dos años después de la llegada de su primera hija, llegó su segundo retoño: David.

La llegada del nuevo miembro de la familia asentó todavía más la felicidad de la pareja, pero pronto la relación empezó a cambiar de rumbo.

El final de la relación

El malagueño tuvo que dejar la Guardia Civil cuando sus jefes descubrieron que se había quedado con el importe de una multa y los problemas económicos que tenían les obligaron a mudarse a Madrid e instalarse en el chalé de La Moraleja. 

Fue allí donde la relación entre ellos se fue deteriorando poco a poco y la prensa rosa se hacía eco del inminente final que se cernía sobre aquel matrimonio.

La tensión se palpaba desde fuera y una docena de reporteros hacía turnos para captar cualquier detalle sobre ellos que pudiera revelar el futuro de aquella pareja. 

No fue hasta el año 1999 cuando Rocío Carrasco y Antonio David Flores se separaron, una decisión que tanto tiempo llevaba rondándoles. Y lo que había sido una bonita historia de amor hasta entonces, a partir de ahí se convirtió en una lucha de intereses que siguen batallando más de dos décadas después y en la que, voluntaria o involuntariamente, han acabado por incluir a sus hijos.