Los dos primeros capítulos del documental ‘Rocío. Contar la verdad para seguir viva’ se han centrado en los inicios de su relación con Antonio David Flores, que por aquel entonces era un joven y apuesto Guardia Civil en periodo de prácticas.
Corría el año 1995 cuando ambos se conocieron y se fueron a vivir juntos a la localidad barcelonesa de Argentona, a donde había sido destinado Antonio David Flores.
Sin embargo, su carrera como Guardia Civil se estrelló prácticamente nada más empezar. El malagueño acabó perdiendo su puesto de trabajo y siendo condenado por malversación de caudales públicos en el ejercicio de sus funciones.
Este mediático episodio ha sido rememorado por Rocío Carrasco de primera mano durante la emisión del documental. Un relato que también ha servido para establecer un perfil de aquel joven que acabaría cambiando el cuerpo de la Guardia Civil por los platós televisivos.
Antonio David Flores, condenado por malversación de caudal público
Rocío Carrasco ha contado ante millones de espectadores algunos detalles del turbulento episodio que protagonizó hace más de dos décadas su entonces pareja tras ser acusado de apropiarse junto a otro guardia civil de 50.000 pesetas.
Según trascendió públicamente en aquel momento, Antonio David Flores y un compañero en pleno ejercicio de sus funciones se habrían embolsado 25.000 pesetas cada uno tras multar a un turista francés por exceso de velocidad.
Al no darle al ciudadano su correspondiente recibo, éste denunció los hechos ante las Autoridades y se inició una investigación interna por la que los dos guardias civiles fueron multados, suspendidos en funciones y condenados a arresto domiciliario.
Tal y como reveló la propia hija de Rocío Jurado, «por aquel entonces, la prensa estaba muy encima» y la noticia del supuesto delito cometido no tardó en saltar a los medios de comunicación.
La agresión de Antonio David a un joven que lo llevó a abandonar la Benemérita
No obstante, este altercado no fue el único que acabó con la vinculación de Antonio David Flores a la Guardia Civil. Poco después de este incidente, el malagueño agredió físicamente a unos menores que lo increparon en plena vía pública.
«Estaba en arresto domiciliario que se salta en varias ocasiones. Íbamos a comer a un restaurante para comer en la plaza del pueblo y ahí había varios adolescentes que tenían como 13 años o 14 que estaban jugando a la pelota. Lo vieron y como ya había salido en prensa empiezan a increparle y le llaman ladrón. Les agrede físicamente con tan mala suerte de que el que agrede es hijo de su cabo del cuartel de la Guardia Civil. Este chaval y su padre le denuncian y le cae otra condena. Yo en ese momento veo que son niños y le dije ‘¿qué haces?’, pero yo en el fondo pensaba por qué tienen que llamarle eso si no era ningún chorizo», revelaba la hija de Rocío Jurado en Telecinco el pasado domingo.
Tras este episodio de agresión física a unos menores en plena vía pública, Rocío Carrasco fue consciente de la realidad a la que se enfrentaba su entonces pareja, cuya permanencia en la Guardia Civil se antojaba muy complicada tras confirmarse la condena por malversación de caudal público.
Por esta razón, es la propia Carrasco quien le recomienda a Antonio David abandonar la Guardia Civil y evitar una expulsión más dañina para su imagen.
«Soy yo… Cuando sale la condena soy yo la que le digo que se vaya, que le van a largar mañana, que cause baja y se vaya. Está condenado por un delito de malversación de caudal público. Seguramente no era la primera vez», revelaba Rocío Carrasco en el documental.
Este momento marcó un antes y un después en la vida de Antonio David. A partir de ahí, su carrera profesional dio un giro brutal, pasando de Guardia Civil a protagonista de la crónica social y tertuliano televisivo.