Iván Díaz, de 19 años y vecino de Paradinas de San Juan (Salamanca), fue hallado muerto un día después de haber desaparecido. Su fallecimiento estuvo envuelto desde el principio en un gran misterio. Desapareció tras un accidente de tráfico pero lo encontraron a varios kilómetros en la vía del tren.
La autopsia reveló que el chico había muerto atropellado por el tren, pero los investigadores no paraban de hacerse la misma pregunta. ¿Cómo había llegado el joven hasta allí si su coche fue encontrado en el lugar del accidente? Nuevos datos sobre la autopsia arrojan más luz a este caso.
Según desvela Salamanca24horas, la autopsia no contempla la participación de terceras personas en la muerte de Iván. Las deformaciones que presentaba el cuerpo confirman que murió atropellado por el tren. Con todos estos datos, la posibilidad del suicidio gana peso en la investigación.
Un caso rodeado de misterio
Sin embargo, esto no significa que el caso esté cerrado ni mucho menos. De hecho, todas las hipótesis siguen abiertas. Y es que el estado del cuerpo no puede garantizar que se trate de un suicidio cien por cien, ni tampoco se puede determinar algo clave como la hora del fallecimiento.
La principal incógnita sobre cómo apareció el cuerpo del joven a tanta distancia del siniestro sigue abierta. El lugar donde encontraron el cadáver es un terreno llano cercano al pueblo de Gimialcón, en Álava. Se encuentra a 15 kilómetros del lugar del accidente en el que Iván se vio implicado horas antes.
Además, se trata de una zona perfectamente visible por la cual el día anterior habían pasado vecinos y cazadores. También sobrevolaron el terreno los helicópteros, sin que nadie viera nada. La autopsia descarta la participación de terceras personas en su muerte, pero no despeja la incógnita.
Del accidente de coche al atropello del tren
Sigue abierta la posibilidad de que el joven se desplazara allí por su propio pie para quitarse la vida. Pero tampoco se descarta que terceras personas desplazaran el cuerpo hasta allí y lo colocaran en las vías. Sería de mucha utilidad conocer la hora de la muerte para poder establecer una secuencia.
La madrugada del domingo 9 de enero, Iván se vio implicado en un accidente de tráfico en Paradinas de San Juan. Sin embargo, allí sólo encontraron su coche y dieron al chico por desaparecido. Se inició una intensa búsqueda en la que participaron voluntarios y medios aéreos.
Al día siguiente, a las 18:00 horas, el 112 recibió el aviso del hallazgo de un cuerpo en Gimialcón. Las pruebas realizadas confirmaron que se trataba de Iván Díaz, el joven que había tenido un accidente el día anterior a quince kilómetros de allí. Entonces se abrieron muchos interrogantes, y pocas respuestas.
Los investigadores no lo ven claro
El joven desapareció en la provincia de Salamanca pero el cuerpo fue encontrado en el área de Ávila. Por lo tanto, inicialmente la desaparición recayó en el juzgado de Peñaranda pero la muerte estaba siendo investigada en el juzgado de Arévalo. Ahora, todo el caso ha sido trasladado al juzgado de Peñaranda.
El juez de Arévalo ha recibido las conclusiones definitivas de la autopsia y ha emitido un auto por el cual traslada el caso a Peñaranda. Para no incurrir en contradicciones dentro de un caso tan complejo, el juzgado de Arévalo ha decidido inhibirse. A partir de ahora el caso queda centralizado.
El principal reto de la instrucción sigue siendo esclarecer qué ocurrió entre el accidente de coche y el arrollamiento del tren. Los investigadores siguen sin ver claro que el chico pudiera recorrer a pie los 15 kilómetros. Pero la autopsia ha sido clara al descartar la implicación de terceras personas en la muerte.
El caso ha tenido un gran eco social y hay quien acusa a la justicia de querer cerrar el caso en falso. Creen que la falta de recursos en la policía y la justicia impiden destinar los esfuerzos necesarios para resolver esta muerte. Según otros, hay informaciones clave que aún no sabemos y el misterio sigue.