Flora Inez, una niña de 4 años, ha muerto tras pasar siete horas encerrada en el autobús escolar por un descuido. El conductor se olvidó de ella y quedó encerrada a 50 grados de temperatura. La encontraron inconsciente después de que sufriera un golpe de calor.
Los hechos han ocurrido en la población húngara de Tomajmonostora, pero la noticia ha traspasado fronteras. La pequeña ha pasado tres días en la UCI del hospital luchando por su vida, pero ha acabado falleciendo. El conductor del autobús, un hombre de 56 años, ha necesitado apoyo psicológico.
Cuando descubrieron a la niña encerrada en el vehículo de transporte escolar ya llevaba siete horas allí. Las altas temperaturas convirtieron el minibús en una trampa mortal que llevó a la niña a una situación agónica. Los médicos que la atendieron aseguran que sufrió una muerte lenta y angustiosa.
Un descuido fatal
El vehículo de transporte escolar recogió a la pequeña Flora Inez en su casa, como todos los días, el pasado 13 de junio. Cuando llegaron a su destino, todos los niños se bajaron para ir a la escuela y el conductor cerró las puertas cometiendo un grave error. Eran las ocho y media de la mañana.
El conductor cerró las puertas y abandonó el lugar sin verificar si quedaba algún niño dentro del minibús. La niña, al verse encerrada, empezó a gritar pidiendo ayuda mientras el calor hacía subir la temperatura. El vehículo se convirtió en un horno a 50 grados, y nadie oyó los gritos de socorro.
Siete horas después, a las tres del mediodía, encontraron a la niña inconsciente dentro del minibús. El servicio de emergencias trasladó a la niña en helicóptero al hospital, ya que se encontraba en condiciones potencialmente mortales. Fue ingresada en cuidados intensivos, donde ha permanecido tres días.
Murió deshidratada
Los médicos hicieron todo lo posible por salvarle la vida, pero había sufrido lesiones muy graves debido al golpe de calor. La pediatra Orsolya Ács asegura que “lo más probable es que su cuerpo se calentara tanto que se secó”. Al sudar y exhalar toda el agua del cuerpo, la pequeña quedó deshidratada.
“Flora no pudo corregir la elevada temperatura corporal, aunque el cuerpo siempre trata de enfriarse en situaciones similares”, cuenta la experta. Ante esta situación, el organismo de la niña sufrió desequilibrios que la llevaron a la muerte. La policía investiga ahora el posible delito de negligencia.
El conductor ha sido identificado como Istvan T., un hombre de 56 años que sufrió una crisis nerviosa al enterarse de lo ocurrido. En estos momentos se encuentra en tratamiento psicológico, consciente de su fatal error. “Está devastado por todo lo que ha pasado”, ha explicado su hijo Boris.
Posible negligencia
La abuela de la niña fallecida ha afirmado que los padres están devastados y que apenas pueden articular palabra. La madre de la niña pasó los tres días junto a su hija en la UCI, agarrándole la mano. “Estuvo rezando, hablando con Flora, pero ella no reaccionaba ante nada por el estado en el que estaba”.
La institución escolar ha emitido un comunicado en el que lamentan el fallecimiento de la menor y muestran su apoyo a la familia. Sin embargo, no han respondido a las principales incógnitas sobre esta tragedia. Por ejemplo, por qué la maestra no llamó a casa de Flora al notar su ausencia en la guardería.
La policía ha abierto una investigación y están revisando el protocolo. La tragedia podría haberse evitado con la presencia de un adulto que acompañara a los menores y supervisara el trayecto hasta la escuela. Las primeras pesquisas apuntan a una posible negligencia por parte de la institución.
Por otro lado, los expertos médicos aseguran que ni un adulto habría sobrevivido a la situación en la que se encontró la menor. La sangre se espesó tanto por el calor que los órganos dejaron de funcionar. Todo el país está conmocionado por la agónica muerte de esta niña debido a un fatal error.