Daniel Cabellos tenía 23 años, era de origen hondureño y vivía en España desde hace un tiempo. El pasado sábado salió a divertirse con cuatro amigos en el embalse de Navacerrada (Madrid) y murió ahogado. La tragedia ha causado un gran impacto a amigos y familiares tanto en España como en Honduras.
Daniel Cabellos era originario de Trojes, El Paraíso, en Honduras, y había viajado a España para labrarse un futuro. Era un joven muy comprometido con las causas sociales, y además siempre estaba rodeado de buenos amigos. Era un joven muy sociable y activo, y solía salir a hacer actividades con sus amigos.
El sábado quedaron para ir al embalse de Navacerrada, en la Sierra de Madrid, donde se desencadenó la tragedia. A pesar de no saber nadar, Daniel se lanzó al agua y tuvo que ser rescatado por los GEAS de la Guardia Civil. Desafortunadamente, ya era demasiado tarde y acabó muriendo.
Daniel no sabía nadar
La tragedia ocurrió cuando Daniel y cuatro amigos suyos se estaban divirtiendo en esa zona de baño en la Sierra de Madrid. A las 23:45 horas, Emergencias de la Comunidad de Madrid recibió una llamada. Unos chicos aseguraban haber perdido de vista a su amigo mientras se bañaban en el embalse.
Según explicaron, Daniel no sabía nadar pero en medio de la oscuridad se metió en el agua pensando que no había mucha profundidad. Cuando vio que no tocaba el suelo intentó salir del agua pero no lo consiguió, y desapareció de la vista de sus amigos. Fue entonces cuando llamaron a emergencias.
Los especialistas de la Guardia Civil acudieron en ayuda del joven, que pudo ser rescatado pocos minutos después. Lo encontraron a unos dos metros de profundidad y estaba en parada cardiorrespiratoria. Los efectivos médicos estuvieron más de una hora intentando reanimarle, pero finalmente murió.
Un chico muy querido
La Guardia Civil abrió una investigación para esclarecer los hechos y saber qué hacían los jóvenes en un lugar cerrado al público. En las últimas semanas ya ha habido algunos casos de ahogamientos en zonas prohibidas al baño. Las autoridades piden prudencia ante el aumento de estos sucesos.
Un psicólogo del SUMMA tuvo que atender a los amigos del joven fallecido, que estaban en shock tras lo ocurrido. Daniel era un chico con muchas amistades y muy querido en su entorno. Las redes sociales se llenaron de mensajes tras conocerse la identidad del chico muerto en el embalse.
La comunidad hondureña en España informó de la tragedia a través de las redes sociales, lamentando lo ocurrido. Daniel colaboraba con la Asociación Colaboración y Esfuerzo (ACOES) de Honduras. Se trata de una organización sin ánimo de lucro que ayuda a los niños y fomenta la justicia social.
“Llegaste a España con una maleta de sueños e ilusiones, te ganaste nuestros corazones, querías conquistar el mundo y ahora tienes el cielo para ti”. Con este emotivo mensaje, la asociación se despidió del joven hondureño fallecido. “No te olvidaremos”, se puede leer junto a imágenes del chico.
Aumentan los ahogamientos mortales
Daniel Cabellos es la víctima número 23 de los ahogamientos no intencionados este mes de junio. Lo cual confirma la tendencia al alza de este tipo de accidentes, que ha hecho encender todas las alarmas. En lo que va de año ya han muerto ahogadas 107 personas, 41 más que el año pasado.
Los ahogamientos del mes de junio confirman la tendencia al alza registrada en mayo, que con 30 fallecidos se convierte en el más mortífero desde 2016. Siete personas murieron en apenas unas horas este fin de semana. Los accidentes se suelen producir en ríos, pantanos y piscinas privadas.
El trágico caso de Daniel es ilustrativo de las imprudencias que pueden llevar a la muerte. Daniel no sabía nadar y, al parecer, se metió en una zona prohibida de daño en medio de la oscuridad. Hay que recordar además que ríos y pantanos son susceptibles de tener corrientes y remolinos peligrosos para la vida.