Amparo Montalvá tenía 53 años y vivía una apacible vida cuidando del huerto y las gallinas en su casa a las afueras de Alzira (Valencia). Todo se torció cuando conoció a Eduardo, un hombre con el que mantuvo una relación sentimental. El mismo que la ha matado de forma aberrante y se ha dado a la fuga.
Dicen las estadísticas de la violencia machista, que la mayoría de estos crímenes se dan cuando la mujer toma la decisión de liberarse. Amparo es un trágico ejemplo de ello. Había decidido dejar a un hombre que no le hacía ningún bien, y él al saberlo decidió que tenía la potestad de arrebatarle la vida.
El triste final de Amparo Montalvá González es un fiel reflejo de la experiencia de muchas mujeres en España. Desafortunadamente, sus casos solo salen a la luz cuando ya es demasiado tarde. Este 2022, el machismo ya ha matado veinte mujeres dejando a sus familias destrozadas.
Una mujer buena cosida a puñaladas
Es el caso de la familia de Amparo, que ha roto el silencio horas después de consumarse la tragedia. Su hermano Tomás ha contado en Levante-EMV que “era una mujer alegre, feliz, una buenísima persona que nunca tenía conflictos con nadie”. Una mujer que cuidaba de su huerto y de sus gallinas.
El martes por la noche, su hija la encontró muerta en el corral con la cabeza dentro de un capazo de agua. Cosida a puñaladas, abandonada de la peor forma. El asesino, al que ella había abierto las puertas de su casa, sigue en paradero desconocido y no descartan que se haya suicidado.
Tomás, hermano de la víctima, hace una advertencia: “No ha sido un extraño que haya entrado en casa o la haya violado, no, lo ha hecho uno de dentro”. Advierte que lo que le ha pasado a su hermana es “una plaga” y que esto “le puede pasar mañana al de enfrente, a cualquiera”.
El asesino sigue desaparecido
La Policía Nacional de Valencia sigue buscando a Eduardo, que tras cometer el crimen fue a casa de un conocido a pedir un vaso de agua. Luego desapareció precipitadamente, y creen que pudo haberse quitado la vida. Detrás dejó un reguero de dolor por un crimen del todo inexplicable.
“Cada hora que pasa el dolor es más inmenso, nos ha destrozado la vida”, afirma Tomás, “nos ha reventado”. Reconoce que jamás pensó que podía pasar en su casa, “y mira lo que ha pasado”. Por eso lanza una advertencia a todos, “que nadie se engañe, esto le puede pasar a cualquiera”.
La propia Amparo nunca pensó que la situación podría llegar tan lejos, y esto es algo que se repite en todos los crímenes machistas. No existían denuncias previas, probablemente porque la víctima pensaba que podía manejarlo ella sola. Y así fue hasta que ella tomó la decisión de dejar a Eduardo.
No vivían juntos
Según cuenta su familia, Amparo abrió las puertas de su casa a Eduardo y “le daba de comer”. No vivían juntos, ya que ella vivía en la finca donde fue asesinada y él iba allí solo durante el día. Ella había decidido cortar la relación porque consideraba que era un hombre que no le convenía.
El martes, sobre las dos de la tarde, Eduardo asestó varias cuchilladas mortales a Amparo con un cuchillo de cocina. El ataque se produjo seguramente dentro de la casa, ya que había sangre de la víctima. Luego llevó el cadáver al corral donde la abandonó, con la cabeza metida en un cubo.
Esa fue la razón por la cual la hija de Amparo no la encontró la primera vez que entró en la casa, a las 15:00 horas. Tras no ver a nadie en casa dejó la comida que le había traído en la cocina y se fue a trabajar. Volvió por la noche, y al no ver a nadie en casa y las luces apagadas empezó a sospechar.
'Mañana te puede pasar a ti'
Fue entonces cuando, al revisar el corral en la parte trasera de la casa, encontró el cuerpo sin vida de su madre. El cuerpo sigue en posesión de las autoridades, y la familia pide recuperarlo para darle sepultura. “Han pasado dos días y medio y aún no nos la han dado”, se queja la policía.
La Policía Nacional ha estado interrogando al entorno del agresor para acotar la búsqueda, pero sin éxito. La autopsia ha confirmado que Amparo murió por la hemorragia que le causaron las heridas de arma blanca en el cuello. Junto al cuerpo de la víctima encontraron el arma homicida.
Tomás ha dejado una última reflexión en su cuenta de Facebook. “Lo tienen tan fácil de hacer sin que veamos qué les pasa para llegar a destruir vidas de esta manera. Y casa vez están más próximos, debemos actuar todos contra esta plaga porque me doy cuenta de que esto te puede pasar a ti mañana”.