Antonio David Flores llevando un chaquetón marron

'Vendió a su hijo': La portada de Antonio David que marcó el inicio del fin

El ex de Rocío Carrasco habló abiertamente acerca de la enfermedad de su hijo

Si hay una portada polémica en la historia del conflicto entre Rocío Carrasco y Antonio David Flores, esa es la que protagonizaba en enero de 2017 el ex Guardia Civil para la revista 'Lecturas'. Una entrevista en la que hablaba abiertamente acerca de su hijo y la enfermedad que padece. Un raro síndrome que le convierte, tal y como aseguran todos aquellos que han podido conocerle, en una persona especial y llena de amor. 

En dicha entrevista, Antonio David reconoce que tuvo miedo de perder a su hijo, ya que se debatió entre la vida y la muerte nada más nacer. «Cuando nació mi hijo tuve miedo. Pensaba que iba a morir. Mi hijo se sacrifica y consigue superarse. Tiene una cabeza privilegiada, es muy inteligente, tiene una memoria bárbara. Es muy bueno y cariñoso, te abraza y te besa constantemente», explicaba acerca del niño, que en ese momento acababa de cumplir los 18 años.

«Ha sido el cumpleaños más esperado. Tener a todos mis hijos juntos es una hazaña, ya puedo respirar tranquilo. Le hicimos una fiesta con 70 invitados, disfrutó muchísimo hasta las tres de la mañana. Cantó temas de su abuela, le encanta el flamenco y la copla. Es un entendido. Tengo un pequeño artista en casa, toca un poco la guitarra y hace versiones flamencas de las canciones de la Jurado», decía al respecto del dulce momento que atravesaban y sabiendo que había conseguido tener a su lado a todos sus hijos. 

Algo, que no le hizo nada de gracia a Carrasco, quien siempre se había negado a pronunciarse abiertamente acerca de los problemas que sufría su hijo. Un trastorno genético que ha condicionado la vida del joven y la de toda la familia, incluyendo la de su hermana Rocío Flores.

«El doctor me aconsejó que lo cambiara de clínica y me lo llevé al hospital de la Paz sin decir nada a nadie. El momento en la ambulancia fue tremendo. Iba solo, no quería que mis padres se preocuparan», afirmaba en 'Lecturas' el televiviso, dando a entender que era él quien había permanecido al lado del pequeño desde el primer momento.

Así, tras esas incendiarias declaraciones, la hija de Rocío Jurado tomaba la decisión de interponer una demanda contra su exmarido por hablar de la enfermedad de su hijo públicamente, ya que, sin duda, estaba usando a una persona que no podía responder por sí misma. Todo, con la intención de obtener un beneficio económico.

Por su parte, Antonio David sostenía la versión de que Rociíto jamás pudo asumir la enfermedad de su hijo, reprochándole no haber tenido la madurez suficiente para afrontar la situación. «Rocío ha gestionado el problema de salud de su hijo de una manera penosa. No ha querido asumir la enfermedad de David. Eso va en función de la madurez de cada uno», acusaba sin piedad a su exmujer.

Además, sostenía que no llegaba a entender la actitud que había tomado la familia de Carrasco de no hablar sobre el tema de la enfermedad, ya que considera que no tiene nada que esconder. «No les reprocho nada, pero no lo comparto», contaba en la exclusiva.

Pese a ello, el que fuese colaborador de 'Sálvame' aseguraba que había conseguido formar la familia de sus sueños junto a Olga Moreno. «Quería formar una familia parecida a la mía y con Olga lo he conseguido. Ver a mis tres hijos juntos en la cama es mi sueño cumplido», decía al respecto. 

Además, Antonio David reconocía que su hijo había supuesto un gran aprendizaje para él, sacando su lado más cariñoso y comprensivo. «He aprendido muchísimo de David. Me ha enseñado a desarrollar mucha sensibilidad». Sin embargo, no dudaba en criticar el trato que recibía su hijo en casa de su madre y  Fidel Albiac.

De hecho, les acusaba de mantenerle apartado de ellos, haciéndole sentir como un bicho raro. «David vivía apartado, estaba solo. Mi hijo cenaba en la cocina y Rocío y Fidel en el salón». Sin duda, toda una declaración de guerra, que Rociíto ha vuelto a poner de relieve en su documental, alegando que le parece despreciable, entre otras cosas, que un padre sea capaz de vender a su hijo de esa forma.